Jusapol: guardias civiles y policías se unen para exigir igualdad de salario con los cuerpos autonómicos
Son la institución más valorada por los ciudadanos y la más agraviada en términos económicos. No están dispuestos a que en España se mantenga la discriminación entre policías.
Nada justifica que unos profesionales cobren más que otros por hacer el mismo trabajo o que dispongan de mejores recursos, instalaciones y complementos salariales por el desarrollo de idénticas competencias. No es ni lógico ni defendible que existan diferencias de sueldo y jubilación entre cuerpos policiales y no hay argumento que soporte la prueba del algodón. Su causa no es nueva pero ha sido sistemáticamente desatendida.
Algo ha cambiado ahora desde que un grupo de valientes, sin más recursos ni medios que la fuerza de la verdad, decidió organizarse para registrar una asociación que da voz a todos los policías y guardias civiles agraviados durante años y que —en una reivindicación sin precedentes hasta la fecha, todos unidos— piensan pelear sin descanso.
Lo tienen más que merecido. Y están decididos a defenderlo cueste lo que cueste: “No podemos consentir que desde 2008 nuestro nivel adquisitivo haya empeorado”, reflexiona Pablo en voz alta. “El IPC se ha incrementado un 12% desde entonces y en nuestras nóminas se ha reflejado tan sólo un 2% de esa subida. Yo gano menos, proporcionalmente, ahora que cuando empecé a trabajar. No hay derecho”, se lamenta.
Pablo Pérez es policía desde hace más de 10 años en el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) —los que están en la atención al ciudadano, los que garantizan la seguridad tipo en el día a día para mantener a los malos a raya, los que dan sentido a la labor policial—. Llega puntual y con una enorme sonrisa dibujada en la cara, ojos vivos y mirada transparente. Hemos hablado varias veces por teléfono y nos ‘desvirtualizamos’ en una mañana fría y húmeda de Carabanchel.
Ha dormido tres horas. Trabaja siempre de noche, en turno de 21.30 a 06.30 horas, en un Zeta —el mote corporativo de los coches patrulla de la policía nacional— para poder conciliar su profesión (que es vocacional y se le nota desde el minuto uno) con el cuidado de sus hijas de 2 y 6 años.
Desde hace unos meses, además, se ha involucrado en Jusapol, una plataforma creada por policías nacionales y guardias civiles que —hartos de protestar en los cafés de media mañana por las diferencias salariales con sus compañeros de los cuerpos autonómicos que ganan unos 600 brutos mensuales más— han decidido unirse con el objetivo de que sus sueldos y complementos retributivos se equiparen al del resto de policías españolas (Mossos, Ertzaintza, Policía Foral de Navarra y adscritas de Galicia, Valencia y Canarias).
Pablo se encarga de las redes sociales en Madrid y de coordinar las acciones conjuntas de su campaña #EquiparaciónSalarialYa desde la ejecutiva nacional.
Se han sumado tantos que de la sorpresa inicial han pasado a la incansable acción. Más de 10.000 hombres y mujeres de ambos cuerpos se han sumado en más de 220 comisarías y cuarteles de toda España desde el pasado mes de agosto.
Todas las asociaciones de la Guardia Civil respaldan la iniciativa y también los sindicatos policiales Sipep y ARP: “Ellos tienen voz en el consejo de la Policía y, por lo tanto, son fundamentales para el empuje y la defensa institucional de nuestra causa. Son aliados naturales y por ellos seguiremos intentando que se unan cuantos más mejor. Todos los que faltan”, me cuenta.
Esperan ser recibidos por el ministro del Interior, del que hasta el momento no han tenido respuesta. Quieren hechos, no sólo buenas palabras. Buscan el compromiso por escrito de un proyecto en firme, con presupuesto asignado, fechas de ejecución y que se cumpla sin falta: un incremento del 50% de la brecha actual en el primer año y subidas progresivas hasta alcanzar el 100% de las pretensiones en los dos ejercicios siguientes.
Comprenden que la igualdad tendrá que darse de forma progresiva tanto como que ésta no puede demorarse más. Por eso han buscado el apoyo de la sociedad y han recabado las firmas necesarias para presentar una ILP (iniciativa legislativa popular) que acaba de ser registrada y admitida en el Congreso de los Diputados. No van a quedarse de brazos cruzados y ya han convocado nuevas concentraciones, tras el éxito aplastante de la primera en Madrid, el pasado 6 de Octubre.
Es una causa justa. La opinión pública merece conocer de primera mano su trabajo y las condiciones en las que se juegan el tipo en la calle. Quieren que se valore como corresponde su responsabilidad y la peligrosidad de su trabajo, las horas extra, las comparecencias en juicio, su retiro tras una vida entera de servicio. La próxima cita es el viernes 27 de Octubre, a las 12.00 horas, frente a las Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno de toda España.