El juez de Neurona ‘caza’ a Podemos intentándole colar unas cuentas ‘fake’
Podemos ha fracasado en su intento de engañar al juez del caso Neurona entregándole un documento distinto al solicitado por el magistrado Juan José Escalonilla. El instructor requirió al partido la ejecución presupuestaria de las cuentas de 2019 tras reabrir la pieza separada sobre los sueldos del tesorero, Daniel de Frutos, y la gerente, Rocío Val. Sin embargo, los morados entregaron otro documento distinto y la acusación popular se ha percatado del engaño alertando al instructor.
El magistrado solicitó a la formación morada que entregase la ejecución presupuestaria de 2019 «con especial indicación de la partida correspondiente a las subidas salariales tanto de la gerente Rocío Val como del tesorero Daniel de Frutos».
El partido fundado por Pablo Iglesias, lejos de aportar esta documentación solicitada por el juez, trasladó otra «parecida» para confundir en la instrucción de la causa, según fuentes consultadas por OKDIARIO. Podemos aportó «las cuentas anuales» correspondientes a 2019, algo diferente a la ejecución presupuestaria requerida por el magistrado.
La asociación de juristas Prolege se ha percatado de la trampa de los morados, ha alertado al juez y titular del Juzgado de Instrucción número 42 ha dado al partido de Iglesias un plazo de cinco días para que aclare por qué presentó un documento distinto al que solicitó, así como le ha instado a aportar el original, según un auto al que ha tenido acceso OKDIARIO.
El escrito presentado por Prolege, personado en la causa como acusación popular, decía lo siguiente con respecto al documento presentado por Podemos: «Si abrimos el documento nos aparece únicamente un simple ‘resumen de ingresos y gastos del ejercicio 2019’ que no puede considerarse bajo ningún concepto un ‘informe de ejecución presupuestaria’».
Y añadía: «Es un hecho notorio que la fase de ejecución de un presupuesto es aquella en la que a lo largo del periodo presupuestario (normalmente del 1 de enero a 31 de diciembre) se van obteniendo y recaudando los ingresos y se van realizando los gastos presupuestados. Durante esta fase de ejecución del presupuesto se pueden producir modificaciones en los ingresos y en los gastos aprobados inicialmente en el presupuesto (el presupuesto inicial), dando lugar a lo que se conoce como presupuesto definitivo».
«Durante la fase de ejecución se llevan a cabo los controles necesarios para poder verificar el cumplimiento de los objetivos financieros del presupuesto y de la programación de actuaciones y proyectos prevista en el mismo. Y una vez finalizado el ejercicio presupuestario, se formulan las cuentas anuales, se realizan los informes financieros anuales y se confecciona el informe de ejecución del presupuesto, donde se recogen las variaciones entre el presupuesto inicial y el presupuesto definitivo o resultado contable», explica la acusación popular en su escrito.
Pues bien, Prolege subraya que Podemos no ha realizado este informe de ejecución presupuestaria de 2019 por la sencilla razón de que no tenía un presupuesto aprobado inicialmente y por ello no ha podido realizar controles sobre la ejecución para verificar el cumplimiento de unos objetivos financieros de ingresos y gastos que no constaban en ningún sitio.
Lo que quiere hacer el partido de extrema izquierda con este documento ‘fake’ «es intentar pasar como presupuesto otro informe, en este caso, el de las cuentas anuales del partido que aunque reflejen el total de ingresos y gastos del ejercicio 2019 no permiten controlar el cumplimiento de un presupuesto que no ha existido», asegura Prolege.
Por tanto, concluye la asociación de juristas que «si no había presupuesto, no pudo haber un control efectivo de la ejecución de un presupuesto inexistente por parte del Consejo Ciudadano, y eso demuestra que el partido Podemos funcionó de manera totalmente opaca y sin control de gastos tal y como denunció el abogado José Manuel Calvente».
Opacidad de Podemos
Hay que recordar que el abogado José Manuel Calvente, que fue purgado tras denunciar las irregularidades en el seno del partido morado, manifestó que la falta de la aprobación presupuestaria en el año 2019 facilitó el descontrol de los gastos y que determinados miembros se subieran sus respectivos sueldos.
En su denuncia, el letrado manifestó: «En la práctica, la decisión de no aprobar los presupuestos de gastos —ni el presupuesto ordinario para 2019 ni los presupuestos especiales para las campañas electorales de 2019 — suponía que la formación morada podía recibir y disponer de fondos de forma totalmente opaca, libremente, sin control, sin ningún tipo de partida presupuestaria ni conocimiento de los órganos superiores del partido».
La realidad, explicó Calvente, es que las cuentas de Podemos se manejaban en la más estricta opacidad tanto hacia afuera como hacia los propios órganos del partido y eso permitía disponer de los fondos de forma totalmente arbitraria y sin control legal y financiero, como ha ocurrido.