Los jueces avisan del riesgo para el «orden público» por los cambios ilimitados de sexo de la Ley Trans
La polémica 'Ley Trans' ya es una realidad tras su aprobación, este jueves, en el Congreso de los Diputados
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La polémica ley trans ya es una realidad tras su aprobación, este jueves, en el Congreso de los Diputados. La norma, impulsada por el Ministerio de Igualdad, contiene importantes y controvertidas novedades, como la posibilidad de cambiar de sexo sin contar con informes médicos o psicológicos. La ley, además, no pone limitación alguna a estos cambios, que podrán ser, por tanto, modificados cuantas veces se desee. Una circunstancia que recibió la crítica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El órgano de los jueces alertó en su informe, remitido al Gobierno, de las posibles consecuencias que para el «orden público» podrían suponer estos cambios ilimitados.
La ley establece que, transcurridos seis meses desde la rectificación del sexo en el Registro, el interesado podrá recuperar su sexo inicial. Pero, además, podrá seguir promoviendo nuevas rectificaciones, sin límite cuantitativo. Bastará con que la persona lo solicite y un juez lo autorice. Fuentes jurídicas sostienen que es improbable que la solicitud sea denegada.
El CGPJ, en su informe, avisó sobre este «mecanismo de reversión de la rectificación» del sexo «sin sujeción a condición alguna» y «de forma ilimitada». Un hecho, alertaron los jueces, que afecta «al principio de orden público y a la estabilidad del estado civil de las personas», a su vez «estrechamente uncida a la seguridad jurídica, como principio constitucionalmente protegido».
«Siendo así, el no someter a condiciones y restricciones la posibilidad de reversión no concilia bien con estos principios, y se muestra incompatible, en términos de adecuación, necesidad y proporcionalidad, con los principios y bienes jurídicos constitucionales a los que debiera servir». Es por ello, concluyó el CGPJ, que esta posibilidad de reversión debería ser «estrictamente excepcional» y «siempre bajo la decisión judicial», en definitiva, «nunca de forma incondicionada ni ilimitada».
Estas advertencias han sido, sin embargo, desoídas por el Gobierno, que ha aprobado la ley sin establecer ninguna limitación. El texto regula el procedimiento, bastando que la persona interesada manifieste al juez «su voluntad de revertir la rectificación registral anteriormente producida».
Con la ley aprobada este jueves se reconocerá la llamada autodeterminación de género, es decir, la posibilidad de solicitar un cambio de sexo en el registro, de forma totalmente libre desde los 16 años. Entre los 12 y los 14 años, los menores tendrán que contar con autorización judicial, y de los 14 a los 16, estar acompañados por sus padres. No obstante, en caso de desacuerdos, se impondrá un «defensor judicial» que actuará en interés del menor.
Este hecho ha provocado importantes desacuerdos entre los socios de la coalición. El Partido Socialista llegó a presentar una enmienda para obligar a contar con autorización del juez hasta los 16 años, que fue rechazada. Finalmente, los socialistas han aceptado el texto promovido por Igualdad. La ex vicepresidenta Carmen Calvo, que ya se abstuvo en la primera votación el pasado diciembre -por lo que fue sancionada con 600 euros- ha vuelto a romper la disciplina de voto.
Críticas
El Partido Popular ha advertido de los «problemas irreversibles» de la nueva norma, que ha comparado con las consecuencias de la ley del sólo sí es sí. «Sus tropiezos dañan a los niños y las mujeres. No queremos con esta ley un remake de la ley del solo sí es sí, con un reguero de víctimas. Es una ley equivocada y dañina, no estamos contra las personas trans o LGTBI», ha advertido la diputada del PP, María Jesús Moro, que ha destacado que «hay países que dan marcha atrás, porque ahora saben que se equivocaron». «¿Tendremos que esperar a los problemas irreversibles? No se rían de las lágrimas que provocan, no sean egoístas. Ustedes han sufrido, pero viene otros que van a sufrir por esta ley. No a esta ley, no a este nuevo sí es sí», ha advertido.
Irene Montero, por su parte, ha despreciado todas las advertencias -procedentes también de los médicos- y se ha mostrado eufórica: «Nos dijeron que es imposible y hoy es ley. Llenad de orgullo las calles de nuestro país. Nunca un país sin vosotras, vosotros y vosotres», ha aplaudido.