La izquierda exige a Almeida «igualdad» en el callejero cuando Carmena sólo dedicó 12 de 52 calles a mujeres
La ex alcaldesa de Madrid Manuela Carmena puso el nombre a 52 calles, de las cuales únicamente 12 fueron para mujeres. Ahora, la oposición ha exigido al nuevo regidor, José Luis Martínez-Almeida, que revierta este desequilibrio. En concreto, el grupo municipal del PSOE –que permitió gobernar a Ahora Madrid–, a través de la edil Mar Espinar, ha llevado al Pleno de Cibeles esta semana una proposición para que «el Ayuntamiento de Madrid, a través de las 21 Juntas de Distrito de la ciudad, mantenga una apuesta firme y decidida por ampliar el número de mujeres dentro del callejero». El objetivo es, defienden, que «a lo largo de la presente legislatura y en las siguientes» se alcancen «porcentajes similares entre hombres y mujeres».
Sin embargo, la concejal responsable de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero (PP), ha espetado a la socialista: «Una cosa es predicar y otra dar trigo». Fuentes municipales recuerdan que «la izquierda tuvo la oportunidad de seguir avanzando en la pasada legislatura, cuando el Comisariado de la Memoria Histórica propuso la sustitución de la denominación de muchas calles de la ciudad». En definitiva, el Gobierno local de Manuela Carmena sustentado por el PSOE cambió el nombre a 52 calles y sólo dedicaron 12 a mujeres. «Estos datos no parecen una apuesta muy ambiciosa por reconocer el papel de las mujeres en el callejero madrileño», comentan con ironía estas fuentes. «Perdieron una gran oportunidad histórica y el PSOE no lo reclamó entonces, a pesar de prestar su apoyo al Gobierno de Carmena», indican.
Sin embargo, el Ejecutivo madrileño ahora va a revertir la tendencia iniciada por Carmena. «Ahora que este equipo de Gobierno ha desbloqueado los nuevos desarrollos de Madrid, animaremos a las Juntas de Distrito a poner el nombre de las calles a Los Berrocales, Los Ahíjones, Valdecarros o Los Cerros con el nombre de mujeres y así seguiremos equilibrando su número en el callejero de Madrid», avanzan estas fuentes.
Por otra parte, García Romero precisa al PSOE que los datos que manejan no son del todo precisos. En lugar de sólo 529 calles dedicadas a mujeres, la Memoria de Mujeres en el Callejero, elaborado en 2004, ya recoge 684 calles dedicadas a ellas.
Mejor que Barcelona o Zaragoza
Frente a Carmena, que apostó por los hombres, los Gobiernos anteriores del PP ya estaban en el camino de corregir el desequilibrio. En el mandato municipal entre 2003 y 2007 se produce el mayor incremento en el número de calles dedicadas a mujeres. En 2005, con Ana Botella como Delegada de Servicios Sociales, se consiguió que las juntas de distrito iniciaran el camino para paliar esta desigualdad en el callejero.
En ese mandato, la propia Paloma García Romero que ejercía el cargo de concejal presidenta del distrito de Fuencarral- El Pardo impulsó que todas las calles del nuevo barrio de Arroyofresno tuvieran nombre de mujer. «Un ejercicio de reconocimiento al papel que desempeñamos las mujeres en diferentes ámbitos de la sociedad y también, en un ejercicio de pluralismo y concordia», esgrimen desde su entorno.
Entre otras, había políticas como Federica Montseny, Margarita Nelken o Teresa Claramunt; escritoras como Florencia Pinar, Gloria Fuertes, Leonor López de Córdoba o María Goyri; pedagogas como María de Maeztu o María Montessori; artistas como Encarnación López Argentinita, Gracita Morales, Irene Caba y su hija Irene Gutierrez Caba, Juana Cruz, María Casares u Olga Ramo; junto a arqueólogas, deportistas, la pionera de la aviación Mari Pepa Colomer, la consultora de la ONU, Menchu Ajamil o la Madre Teresa de Calcuta.
En total, 22 nombres de mujeres relevantes de la historia de España que se incorporaron al callejero de Madrid. Según la edil, posiblemente fue el mayor incremento de nombres de mujeres que se haya hecho en nuestra ciudad.
Por otra parte, la concejal ‘popular’ sostiene que, gracias a esos esfuerzos, Madrid está por delante de otras ciudades. Ayuntamientos donde también gobierna o ha gobernado la izquierda están peor en este sentido con respecto a la capital. Madrid es una de las grandes ciudades de España con un mayor porcentaje de nombres de mujeres, el 21% aproximadamente, frente al 16,3% de Barcelona, o el 17,9% de Zaragoza, según un estudio realizado por el colectivo especializado Geochicas.
Planes de futuro
Así, el Gobierno de PP y Ciudadanos quiere seguir con el trabajo realizado, en su día, por Ana Botella e ir eliminando del callejero madrileño y de los equipamientos esta desigualdad. Actualmente son 31 los nuevos equipamientos que ha puesto en marcha (10 de carácter social ya están en construcción y otros 15, también sociales o educativos tienen sus proyectos en redacción). Además, habrá nuevos equipamientos en los próximos años, promete el Ejecutivo: dos bibliotecas, tres centros culturales con biblioteca, dos centros culturales, cuatro escuelas infantiles, tres centros de servicios sociales, tres centros de mayores, un centro cultural/juvenil y un centro de atención a la familia.
«Nosotros hemos contribuido a resaltar el papel de la mujer en la denominación de las calles y equipamientos de la ciudad de Madrid. Y lo hemos hecho sin sectarismo, con una visión amplia de todo lo que las mujeres aportamos a la sociedad desde diferentes ámbitos (deportivo, cultural, científico, político e histórico) y sin exclusiones ideológicas», apuntan desde el Palacio de Cibeles. Justifican así el voto a favor de la proposición del PSOE. El texto se ha aprobado por mayoría con la excepción del grupo municipal de Vox.
El PP defiende que «hemos trabajado mucho en favor de la igualdad real entre hombres y mujeres y queremos seguir haciéndolo». Defienden que debe ser «un trabajo conjunto de todas las fuerzas políticas y de la sociedad». «Desde 1590, fecha de la primera denominación femenina en el callejero de Madrid, la calle Carmen, hasta el nombre más reciente que ha recibido la escuela infantil Margarita Salas, seguiremos impulsando la presencia de aquellas mujeres que merecen ser homenajeadas públicamente en los edificios públicos y en las calles de Madrid», concluyen.