Insultos y amenazas a periodistas de medios nacionales durante la manifestación independentista en Barcelona
Los Mossos acaban cargando contra los radicales que querían acceder a la manifestación de policías
Aunque los periodistas nunca deberíamos ser la noticia, lamentablemente, la intolerancia de algunos nos vuelve a convertir hoy, involuntariamente, en protagonistas de ella.
Ha sido durante la manifestación independentista de este sábado por las calles de Barcelona, cuando varios profesionales hemos tenido que aguantar los insultos y amenazas de algunos partidarios de la independencia, como anteriormente habían padecido profesionales de los medios en manifestaciones constitucionalistas.
Los periodistas de los medios de comunicación nacionales hemos sido una vez más, hoy junto a policías, guardias civiles y Mossos, los principales enemigos de los manifestantes que defendían sus tesis separatistas en el centro de Barcelona, ocupando de forma ilegal la Plaza Sant Jaume, donde una asociación de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tenía previsto manifestarse.
De nuevo, la radicalidad de unos pocos ha vuelto a coaccionar nuestra labor, informando de lo que ocurría en las calles de Barcelona con criterios periodísticos y objetivos.
Esas coacciones han provocado que, por ejemplo, un equipo de de este periódico que cubría la manifestación en la Plaza Sant Jaume, no haya podido sacar el micrófono logotipado de OKDIARIO para evitar mayor tensión.
No obstante, al reconocer al redactor, varias personas se han dirigido hacia él con insultos y amenazas, acercándose a pocos centímetros de su cara con rostro desafiante mientras grababa una presentación. Provocaciones a las que el periodista de este diario ha respondido con un “luego hablamos”, lo que ha provocado más ira entre los que le insultaban.
Una situación similar han vivido las periodistas de la delegación de Antena 3 en Cataluña, Susana Peña, y la del centro territorial de Televisión Española Sandra Sargermán, quienes, durante las conexiones en directo al mediodía, han tenido que soportar que les llamarán “guarras”, “mentirosas” y oír como en sus medios se manipulaba.
Actitudes intolerables contra profesionales de la comunicación que hacen su labor a pie de calle.