OKUPACIÓN

Una ‘inquiokupa’ quema la vivienda de su casero enfermo de cáncer para evitar el desalojo

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«Me tuve que ir del pueblo porque cuando la empresa que realiza desokupaciones contactó con ella, la escuché amenazar con que quemaría la casa conmigo dentro», narra Enrique. Esas fueron las palabras que escuchó desde su patio Enrique, un hombre de 86 años enfermo de cáncer. Esta triste historia tiene lugar en Herrera del Duque, Badajoz. Tras 18 meses sin pagar el alquiler, la inquiokupa (inquilina que deja de pagar el alquiler) que habitaba en casa de Enrique cumplió con su amenaza y prendió fuego la vivienda para evitar que la desalojaran.

El anciano decidió alquilar la segunda planta de su vivienda a una mujer de nacionalidad española y natural del pueblo extremeño. Nunca pudo imaginar el fatal desenlace. «El primer mes me pagó 300 euros y el recibo de la luz. Desde entonces, no ha pagado nada», afirma. Enrique calcula que sólo reparar el daño que la mujer ha causado a su hogar puede ascender a los 10.000 euros. A todo ello, tendría que sumar los 18 meses que la okupa ha estado disfrutando de su vivienda.

Desesperado ante la situación de impago y la extrema lentitud de la justicia en nuestro país, Enrique se pone en contacto con ‘Ops 2 Desokupaciones’, la empresa desokupa de Rogelio Gómez. «Fuimos a tomar un café, me explicó cuál es su situación y en ningún momento me manifestó que quisiera amortizar su deuda con Enrique», explica Rogelio.

Empresas desokupas

En muchas ocasiones estas empresas actúan como mediadores entre los propietarios de las viviendas y aquellos inquilinos que sencillamente han dejado de pagar. Sin embargo, desde esta primera toma de contacto con la inquiokupa, Rogelio percibe que este caso no sería tan sencillo. «Tuve que bloquearla porque me escribía todos los días hasta las 5 de la mañana con insultos y gritos. Ahora, por lo visto está ingresada en un centro psiquiátrico hasta nueva orden», relata Gómez. Este periódico ha intentado sin éxito ponerse en contacto con la mujer a la que Enrique ha denunciado por quemar su vivienda.

Para las víctimas sufrir una okupación supone un verdadero desgaste económico y psicológico. «En el 90% de los casos, las víctimas no recuperan el dinero de su deuda», destaca Rogelio Gómez. «Nosotros les hacemos firmar un documento en el que se comprometen a salir de vivienda a cambio de la retirada de todas las denuncias. La mayoría cede. También existe un porcentaje que no reconoce la deuda y se queda», añade.

La inquiokupación

Inquiokupa o inquiokupación es el término que se utiliza para aquellos inquilinos con contratos de arrendamiento que dejan de pagar a su casero el alquiler. Este fenómeno se ha extendido como la pólvora a raíz de la crisis del coronavirus. En muchos casos, los inquilinos se ven amparados en el «escudo social» impulsado por el ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias.

Esta herramienta estableció medidas como la suspensión de los desahucios y de los pagos de alquileres de vivienda para los consumidores vulnerables más castigados por los efectos económicos de la pandemia. Esto ha originado que muchas personas de forma voluntaria dejen de pagar su alquiler a sabiendas de que el propietario no puede echarlos.

Asimismo, el escudo social de Iglesias ha provocado la creación de un espacio de impunidad en el que delincuentes, mafias, y vividores encuentran el entorno ideal para hacer negocio y apoderarse de propiedades ajenas para sus fines.

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