Ingresa en un centro de menores el hacker acusado de robar nóminas municipales y piratear a la DGT
El joven de 18 años fue citado en Granada, donde desvió 26.000 euros públicos
El jovencísimo ciberdelincuente ya había sido condenado a 2 años de libertad vigilada
La Policía investiga a un hacker de 18 años por atacar a la DGT y obtener varios carnets en un solo día
El talento al servicio de la delincuencia le ha acabado pasando factura al pirata informático cuyas últimas andanzas viene revelando OKDIARIO desde que este periódico conoció uno de los más graves delitos por los que está siendo investigado: la intromisión informática a través de una página web dependiente del Ministerio del Interior, la de la Dirección General de Tráfico (DGT), donde un hacker de 18 años obtuvo carnets de conducir de manera ilegal para él y para otras personas. Su última aparición se ha producido en Granada, donde un juez le ha mandado a un centro de menores para pasar allí los próximos 2 años, y ese es sólo el primero de sus problemas.
Hace unos días el Cuerpo Nacional de Policía anunciaba la desarticulación de un grupo delictivo especializado en ciberdelitos. A los investigadores les llamó mucho la atención determinados aspectos de esta investigación. Se trataba de un grupo capaz de haber violentado la seguridad informática de instituciones oficiales para, literalmente, meter la mano en las carteras de funcionarios públicos. Tanto en el ayuntamiento de Granada como en el de Madrid varios empleados se quejaron de que sus nóminas no llegaban, pero lo que no podían sospechar es que sí habían llegado, puntuales, como siempre, pero a otra cuenta corriente generada por un chico de 18 años que no tiene ni idea de lo que es ganar dinero de manera honrada.
Esa fue la segunda sorpresa de los investigadores. Tras detener al autor intelectual de la ciberestafa en Granada, éste les dijo que en Madrid se encontraba el hacker que había sido capaz de materializar su idea. Los policías granadinos viajaron hasta la capital, lo detuvieron y lo llevaron al juez, pero éste dijo que lo interrogara en Granada el juzgado competente y lo dejó libre hasta entonces.
Un Porsche en una vitrina
Mientras tanto, la Policía anunció la desarticulación de la banda y lo hizo con el vídeo de los registros en una casa de lujo en la que el grupo, liderado según los agentes, por el joven hacker, tenía un Porsche aparcado dentro de una vidriera para poder ser contemplado desde el jardín de la vivienda. Dos coches de lujo más, 100.000 euros en criptomonedas y 75.000 más en efectivo fue el balance de un operativo cuyo último episodio quedaba pendiente de escribirse.
Y eso sucedió hace sólo unos días, cuando el juez de Granada interrogó al hacker de 18 años. Sobre la mesa del juzgado había una sentencia anterior. Con 16 años, el chico ya fue detenido por atacar plataformas sanitarias, empresas privadas o plataformas de pago por visión. En algunos casos lo hizo por afán de lucro y en otros por puro exhibicionismo. Llegó a regalar entre sus seguidores en redes sociales los bonos de pago por visión obtenidos de manera fraudulenta en plataformas de entretenimiento. Sea como fuere, con 16 años se le dejó libre con una condición: dos años de libertad vigilada, o lo que es lo mismo, dos años sin delinquir para evitar ser encerrado. Esta detención supone la vulneración directa de aquella condición, por lo que el chico lleva días ya encerrado en un centro de menores por quebrantamiento.
Pero ni siquiera este encierro no es el mayor de sus problemas. Su abogado ya se ha puesto manos a la obra para tratar de que continúe ingresado, pero en Madrid, más cerca de su familia, pero su familia no son los únicos que lo esperan en Madrid. La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en su vertiente tecnológica, espera echarle el lazo más pronto que tarde, y no sólo a él, sino a quienes se han beneficiado de la más grave de sus intromisiones tecnológicas. El chico obtuvo carnets de conducir reales a través de Tráfico sin hacer ningún tipo de prueba ni examen. Los obtuvo a su nombre y al de otras personas que no podían obtenerlos de manera legal o que simplemente no querían examinarse. Los investigadores ya han obtenido datos de este asalto, y lo que es más grave, del uso de esos documentos en el mundo real. Pronto será el jovencísimo hacker el que tenga que dar explicaciones de estos hechos.