Los independentistas cierran una campaña contra Rajoy en la UE que solo reúne 48 de 751 apoyos posibles

Los eurodiputados independentistas Ramón Tremosa (PDeCAT), Jordi Solé y Josep María Terricabras (ERC) han promovido en el Parlamento Europeo una campaña contra las decisiones del Gobierno para frenar el referéndum ilegal y las últimas actuaciones policiales en Cataluña que apenas ha recibido 48 apoyos, de 751 parlamentarios.

En la carta, que se dirige al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se expone la crítica por «las acciones represivas llevadas a cabo por las autoridades españolas, principalmente la Policía, contra ciudadanos, medios de comunicación o empresas en los últimos días».

«Cataluña vive bajo un Estado de sitio no declarado que va en contra de los tratados de la UE y de la Carta europea de los Derechos fundamentales», se quejan. Además, prosiguen, «la separación de poderes es la piedra angular de toda sociedad democrática y la acción judicial y legal para tratar una cuestión de naturaleza política es un error y un abuso».

Los eurodiputados opinan que «los debates en el Parlamento catalán para convocar un referéndum sobre la independencia» que, añaden, «cuentan con un amplio apoyo de la población catalana, no pueden conducir a un proceso judicial interpuesto por el Gobierno español contra su presidente y gabinete».

Consideran, además, que su «deber» como eurodiputados es «condenar las desproporcionadas reacciones de las autoridades españolas contra el legítimo derecho de la sociedad a un referéndum de autodeterminación». Por ello,concluyen en un llamamiento al Gobierno español «para que cese en las acciones represivas» y que «juegue un papel constructivo para el diálogo con las autoridades catalanas».

El escaso eco de esa campaña resulta evidente. Entre los diputados firmantes están los cinco eurodiputados de Podemos, Tania González, Xavier Benito, Lola Sánchez, Estefanía Torres y Miguel Urbán, además de la del PNV, Izaskun Bilbao y de EH Bildu, Josu Juaristi.

La ofensiva de los eurodiputados independentistas a favor del referéndum no es nueva en el Parlamento Europeo.

La semana pasada, Solé-que además es alcalde de Caldes de Montbui (Barcelona)-inició una recogida de firmas en rechazo a la decisión del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, de remitir una instrucción a los fiscales de Cataluña para que soliciten la citación como imputados de todos los alcaldes que cedan locales para el 1-O.

Esos mismos días, Terricabras aprovechó el debate sobre el Estado de la Unión para requerir al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker que “intervenga a favor de un acuerdo sobre el referéndum”. Juncker evitó responderle y recordó que “las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE hay que respetarlas en todos los casos”.

El PP europeo respondió a esa campaña con una carta, dirigida a su vez a todos los parlamentarios, en la que se aseguraba sentir «vergüenza ajena» por «oír a un compatriota, mal que le pese, intentar denigrar a su país con mentiras y falacias que desprecian la inteligencia de un Parlamento que sabe bien lo que está pasando en nuestra querida Cataluña».

“El mundo entero ha podido ver como estos separatistas convierten un Parlamento Autonómico en corrala de vecindad, despreciando no solo la Constitución de la que trae causa sino su propio Estatuto”, censuraba con dureza el diputado Luis de Grandes, que defendía también que «la respuesta del Estado está siendo proporcional pero firme».

«No sería comprensible que aceptara como ejercicio de libertad de expresión el elogio y defensa de la comisión pura y simple de conductas delictivas incompatibles con la democracia», concluía la misiva.