Inda y Urreiztieta ganan la querella de la empresa que hacía actos del PSOE mientras le amañaban contratos
El Juzgado de lo Penal nº 13 de Madrid ha absuelto al actual director de OKDIARIO, Eduardo Inda y a los periodistas Esteban Urreiztieta, Casimiro García-Abadillo y Santiago González de los delitos de injurias y calumnias que le atribuía el Grupo Cuadrifolio, propiedad de Manuel Téllez.
El juez concluye que la Junta de Castilla-La Mancha bajo el mandato del PSOE amañó de manera sistemática contratos públicos, pagó sobreprecios y llegó a adjudicar 2,8 millones públicos con meras órdenes verbales a Cuadrifolio, la empresa a la que el partido le encargaba sus trabajos electorales en diversas zonas de España.
En la sentencia de 73 páginas, el juez Francisco Manuel Bruñén avala la veracidad de todas las informaciones publicadas por el diario El Mundo sobre este escándalo, constatando el “trato de favor” dispensado a Cuadrifolio.
El juez afirma que el Gobierno castellano manchego bajo la presidencia de José María Barreda llevó a cabo “una masiva adjudicación de contratos menores” a la citada compañía, a la que el PSOE encargaba paralelamente la organización de sus mítines: “Se han apreciado abundantes ejemplos de contrataciones administrativas que presentan indicios de fraccionamiento, con adjudicación directa de contratos referidos a un mismo evento o prestación a diversas empresas del mismo grupo empresarial”.
En la resolución se explica que “son numerosas las ocasiones en que la adjudicación directa de los contratos se hace por la cuantía límite de los contratos menores, esto es, por 12.000 euros, o muy próxima a esta cifra”. “De este modo”, añade el juez, “se produce una adjudicación directa, sin necesidad de someter la contratación a licitación, pues la tramitación del expediente sólo exigía la aprobación del gasto y la incorporación al mismo de la factura correspondiente”.
La sentencia recuerda que “la legislación administrativa establecía que la norma general es que se hicieran concursos o procedimientos negociados, no siendo lícito el fraccionamiento del objeto de los contratos para evitar los requisitos de concurrencia y publicidad”.
Asimismo, en cuanto a la comparación establecida en su día por el diario El Mundo entre la trama Gürtel y el ‘caso Cuadrifolio’, el juez considera que “no puede afirmarse que el titular esté desconectado del contenido de la información y no se presenta como innecesariamente insultante o vejatorio”. Es más, el juez destaca que en este supuesto “la imputación de hechos delictivos se encuentra amparada por el legítimo ejercicio del derecho a la información, no existiendo ánimo de difamar, vituperar o agraviar”.
“Existen también casos en que tratándose de un procedimiento negociado sin publicidad son invitadas empresas del mismo grupo Cuadrifolio o alguna que no pertenece a dicho grupo pero que trabaja habitualmente con el mismo”, destaca la sentencia.
«Información auténtica»
El juez destaca que en el momento en el que El Mundo publicó el escándalo, “los periodistas disponían de información auténtica” sobre las contrataciones así como el testimonio de un extrabajador de Cuadrifolio. Y que en ellas se aludió directamente a “amaños”.
Según el juez, “desde una perspectiva objetiva, es evidente que en las adjudicaciones directas se produce un contacto también directo entre la administración contratante y la empresa adjudicataria”. Añade que “si reiteradamente se producen adjudicaciones en la cuantía límite del contrato menor, cabe sospechar el entendimiento, connivencia o trato de favor al contratista en cuestión”.
Pero no sólo ha quedado constatado una “masiva adjudicación de contratos menores” sino que “es significativo el número de casos en que no se conoce el contenido concreto de los contratos”. “Es una constante a lo largo del procedimiento la carencia de documentación completa sobre la contratación” concluye la sentencia.