Iglesias llega 30 minutos tarde al último control al Gobierno tras el fracaso que lleva a elecciones

El líder del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos-En Comú-Galicia en Común, Pablo Iglesias, ha llegado este miércoles 30 minutos tarde al último Pleno de la XIII legislatura -convocado para las 9 horas— y se ha perdido lo mollar de la sesión de control al Gobierno en funciones, esto es, las respuestas del presidente Pedro Sánchez, que incluso se ha referido a él, y de la vicepresidenta Carmen Calvo, que también lo ha hecho.

Pese a la indignación ciudadana por el fracaso de los partidos para alcanzar un acuerdo y poner en marcha la legislatura, Iglesias no ha estado presente dando la cara en el comienzo del último Pleno antes de la disolución de las Cortes el próximo 24 de septiembre. Un hecho que se ha producido justo al día siguiente de constatarse que habrá repetición de elecciones generales en noviembre, previsiblemente el 10. De hecho, el líder morado participó ayer en la ronda de consultas del rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.

Iglesias, que reside en su casoplón de Galapagar en una zona acomodada de la falda de la sierra madrileña, ha entrado en el hemiciclo a las 9.30 horas después de cinco preguntas ya sustanciadas por Sánchez y Calvo, que han abandonado el escaño tras ello justo mientras el secretario general de Podemos ocupaba el suyo. Por su parte, los otros tres líderes de la oposición, Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos) y Santiago Abascal (Vox) sí han seguido la sesión desde el principio.

En la agenda oficial de Podemos no había ninguna entrevista ni ningún compromiso de Iglesias con medio de comunicación alguno antes del inicio de la sesión de control.

«Dogmatismo»

El propio jefe del Ejecutivo en funciones ha señalado con el dedo hasta en dos veces el banco vacío de Iglesias, al igual que a Casado y Rivera para afearles que no aceptaran un acuerdo que desbloqueara la situación. Así, en respuesta a pregunta del presidente popular, Sánchez ha criticado la «falta de sentido de Estado» de Casado, la «irresponsabilidad» de Albert Rivera (C’s) y el «dogmatismo» de Pablo Iglesias (Unidas Podemos). Junto a ello, el dirigente socialista ha pedido a españoles una mayoría «más rotunda» al PSOE para que esas formaciones «no tengan la capacidad de bloquear nuevamente el Gobierno».

También en el cara a cara entre la vicepresidenta y la portavoz adjunta de Unidas Podemos, Ione Belarra, el nombre de Iglesias ha salido a colación sin estar él presente en el hemiciclo. La número del Ejecutivo de Sánchez ha subrayado que Unidas Podemos han tenido un «problema» durante los meses transcurridos desde las elecciones de abril y es que Pablo Iglesias «o estaba en el Gobierno o se rompía la baraja». De esta forma, los socialistas sostienen que la renuncia de Iglesias a estar en el Gobierno no fue un gesto sincero y que desde entonces condicionó la negociación.

«Bastó un solo segundo para que su líder dijera que no a un Gobierno de coalición», ha apuntado Calvo, después de que Belarra le señalara que su grupo han cedido a lo largo de las negociaciones, incluido el paso atrás de Iglesias a estar en el Ejecutivo.

Ante ello, la vicepresidenta ha reprochado a los morados que tras horas de reuniones, calificaran de «floreros» y «sin sustancia» ministerios trascendentales para llevar a cabo políticas sociales.