La Guardia Civil señala al offshore Roures como miembro del «Comité Ejecutivo» del ‘procés’
La Guardia Civil sitúa al empresario y fundador de Mediapro Jaume Roures en el Comité Ejecutivo que aparecía en el documento denominado ‘Enfocats’, considerado hoja de ruta del ‘procés’ para la declaración de independencia de Cataluña e incautado en el domicilio de Josep María Jové, número dos del ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras.
Según el citado informe que obra ya en poder del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa por rebelión contra 28 dirigentes independentistas, Roures «podría integrarse en el Comité Ejecutivo que se plasmó en aquel documento en calidad de profesional experto en el ámbito de la comunicación».
Los investigadores detallan que el empresario fue quien el pasado 1 de octubre habilitó un centro de prensa donde el gobierno catalán fue dando las ruedas de prensa informando sobre el desarrollo y el resultado del reférendum ilegal.
Pinchazos telefónicos
Llarena también investiga varias llamadas intervenidas por orden del juez del nº 13 de Barcelona que ha pedido que le sean remitidas para detallar l aimplicación de ‘los jordis’ y del propio Roures.
En la primera llamada, el empresario Oriol Soler, considerado uno de los ideólogos del proceso independentista, llamó el 7 de agosto a Jové para pedirle una cita para verse muy rápidamente, ya que esa misma mañana tenía una reunión con Jordi Cuixart (Òmnium) y Jordi Sànchez (ANC) y para tratar de un asunto “del que ya habían hablado anteriormente” y no podía acudir al encuentro sin previamente preguntarle “una cosa” para saber “qué es lo que les tenía que contar”, según detalla la Guardia Civil en un informe remitido al juez.
En esa misma conversación, Soler le indicó al número 2 de Junqueras que después de reunirse con ‘los jordis’ tenía “la del Roures”, quien según la Guardia Civil podría tratarse del fundador de Mediapro, Jaume Roures, que habilitó en su sede en Barcelona el centro donde el Govern hizo las ruedas de prensa el 1-O.
“No quiero que andemos vendidos, no quiero que le vayamos poniendo cosas sobre la mesa sin tenerle un poco controlado”, sostenía Soler, ante lo que Jové aceptó reunirse con él de forma inmediata, menos de media hora después de acabar la llamada.