El repartidor de subvenciones a la prensa catalana, Oriol Soler, formó parte del máximo órgano golpista

Oriol Soler
Oriol Soler.
Carlos Cuesta

La Guardia Civil se ha hecho con todo un elenco de pruebas que retrata al responsable de mantener controlada a la prensa y de repartir subvenciones a los medios catalanes que apoyaban la ruptura con España, Oriol Soler, como uno de los miembros clave del máximo órgano de coordinación del golpe separatista.

Oriol Soler era, además, el contacto del podemita multimillonario Jaume Roures dentro de la Generalitat, según muestran las propias grabaciones en poder de la Benemérita. Y es que Soler fue considerado un hombre decisivo en el esquema de creación de lo que pretendían que fuera la república independiente de Cataluña. Tan decisivo, como importante fue el apoyo de la prensa que, debía haber sido libre, y, en vez de ello, aceptó las subvenciones de Soler a cambio de contribuir a la causa y sacar lucro de ello.

Una de las llamadas interceptadas judicialmente y más esclarecedoras se produce el día 13 de septiembre. Esa llamada conecta a dos primeros espadas del golpe: Josep Maria Jové -el hombre que custodiaba los nombres de quienes formaban parte de los Comités Estratégico y Ejecutivo que impulsaron directamente el 1-O- y Toni Comín -el ex consejero de Salud catalán y uno de los compañeros de fuga de Puigdemont a Bruselas-.

La llamada refleja el verdadero poder y papel protagonista de Oriol Soler. En ella, los dos altos cargos discuten sobre los tiempos marcados para cerrar todos los preparativos del golpe separatista. En un momento dado, Jové se crispa por lo que le cuenta el ex consejero y aclara que las exigencias son “imposibles” de cumplir, “se enfada y le dice que si quiere se lo explica pero que por aquí [por teléfono] no se lo explicará” -sabían ya que había conversaciones intervenidas por la Guardia Civil-. El enfado de Jové se produce precisamente porque Comín asume como órdenes las dictadas por Oriol Soler y se las transmite al resto de los golpistas como totalmente imperativas, tal y como refleja el informe de la Guardia Civil entregado ya a la Justicia tras la querella presentada por Vox.

En la misma conversación, Comín “le dice que si lo ha hablado eso con el Oriol Soler”, Jové contesta que “ayer le dijeron una cosa y es lo que le está diciendo, que si alguien tiene otra información que le diga de dónde la ha sacado” y que “le parece que el Oriol no es la persona que le debe decir el deadline”, a lo que el ex consejero y hombre que puso los centros de salud a disposición de la votación ilegal del 1-O, le responde que “él le dio a entender que sí en su momento”.

La conversación refleja un auténtico ataque de celos de Jové al comprobar el poder y nivel de interlocución de Oriol Soler. Un nivel que apunta directamente a la cabeza: por eso los propios consejeros más leales a Puigdemont no dudaban en dar por buenas sus indicaciones.

Y este hombre, primera línea del golpe por debajo de Puigdemont y Junqueras, era nada menos que el encargado de mantener controlada y subvencionada a la supuestamente libre prensa privada catalana. Es verdad que Oriol Soler no es un conocido del gran público. Pero fue el ideólogo de lo que se conocía en las catacumbas del 1-O como el “Estado Mayor”, el grupo creado con un único y golpista fin: el de diseñar la estrategia de comunicación del referéndum ilegal del 1-O. En ese grupo se encontraba la plana mayor del separatismo. Carles Puigdemont, Jordi Turull, Oriol Junqueras, Marta Rovira y, por supuesto, los dos ‘Jordis’ encarcelados. Soler tenía, además, un fin específico dentro de ese Estado Mayor: el de mantener firme a la prensa. El de saber contentar a quienes cumplían y el de cuadrar a los que no. Oriol Soler fue el encargado de liderar la campaña Ara és l´Hora, del 9-N. Y fue también el encargado de la Dirección de Comunicación del inconstitucional 1-O.

Y este mismo Oriol Soler es casualmente el mismo al que la Guardia Civil ha cazado en otra conversación en la que se hace referencia a sus contactos con el multimillonario podemita Jaume Roures. La Benemérita sospecha que Roures mantuvo una reunión clave con Soler justo después de que éste se viese con Jordi Cuixart y Jordi Sánchez -ambos en prisión en estos momentos por delitos de rebelión, sedición y malversación-, tal y como adelantó OKDIARIO. Una reunión para la que Soler solicitó datos urgentes a Jové para “saber qué es lo que les tenía que contar”, porque “después de hablar con Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, había quedado con el Roures”.

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