El Govern ordena a sus antidisturbios combatir al terrorismo callejero con las escopetas sin cargar

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El Govern ordena a los Mossos luchar contra el terrorismo callejero con las escopetas descargadas
Carlos Cuesta

Los Mossos no aguantan más: han pedido a sus dirigentes que les permitan defenderse del terrorismo callejero y la respuesta de sus mandos ha sido la negativa, incluso, a poder cargar las escopetas antidisturbios. Llevan las armas pero cuando piden permiso para cargar y disparar los proyectiles de foam la respuesta es un «no».

Fuentes de los Mossos han confirmado a OKDIARIO que en los momentos decisivos la negativa de los mandos a poder usar el material antidisturbios es constante. «El protocolo nos exige llevar esas armas, pero no podemos usarlas sin pedir permiso expreso. Y, en especial, desde que la mujer que perdió el ojo en una de las noches de revueltas callejeras, la orden que hemos recibido de forma constante ha sido la negativa a poder disparar foam», señala un mosso.

Indefensión mayúscula

El resultado es una indefensión mayúscula de los agentes de la policía autonómica catalana. «Los violentos no son tontos. Observan nuestros movimientos y cuando perciben que no estamos disparando los proyectiles foam pese a estar recibiendo ataques, sacan la conclusión de que no tenemos orden de usar el material antidisturbios. Dicho de otra manera, deducen que pueden atacar que no tenemos defensa», añade otra fuente de los Mossos, que confirma igualmente la orden en contrario de los mandos a la solicitud de disparar foam.

Todo ello mientras los Mossos no han dejado de pedir más herramientas para luchar contra los violentos radicales que en las últimas semanas han sembrado el caos en las calles de distintas ciudades de Cataluña en las protestas contra el encarcelamiento del delincuente Pablo Hasél.

El mayor del cuerpo, Josep Lluís Trapero, ha tenido ya una reunión con los principales mandos para analizar la situación tras dos semanas de ataques y violencia en las calles. Pero la negativa es constante a dar una mayor protección a los agentes en las calles.

Desde algunos municipios, donde cuentan con menos recursos que en Barcelona o las grandes ciudades, los efectivos y dotaciones de los Mossos han reclamado sin cesar más material antidisturbios para hacer frente a las protestas. Es el caso de la comisaría de Vic, a una hora en coche de Barcelona, desde donde se ha exigido ya material adecuado para repeler a los violentos después del ataque que sufrió su comisaría hace unos días.
El día que los radicales se enseñaron con las instalaciones del cuartel de Vic, en su interior únicamente había dos agentes. El resto, según denunciaron los sindicatos, estaba trabajando en los distintos lugares de la protesta callejera.

La falta de efectivos, de este modo se ha sumado a las demandas que han transmitido a Josep Lluís Trapero los mandos policiales. En concreto lo que reclaman desde las comisarías es dotar de más personal las áreas de ARRO y BRIMO, las dos unidades que luchan contra un fenómeno que supera ya la habitual violencia en las calles y que es calificado abiertamente por los agentes como terrorismo callejero.

Los ataques se multiplican. Y la sobreutilización de los efectivos disponibles está llevando a un estrés máximo de los agentes, doblando turnos y limitando sus descansos, lo que pone en peligro su propia integridad física. Se sienten solos y utilizados por los partidos políticos. Los mismos, que además, escatiman el apoyo a los Mossos.

Los agentes temen por sus vidas

Entre los agentes de la policía autonómica hay preocupación también por la actitud de los manifestantes en las últimas jornadas. Desde el cuerpo policial no niegan que son conscientes de se han convertido en el objetivo principal y central de los ataques de los radicales. Tras el intento de quema de un furgón de la Guardia Urbana, con un agente en su interior, los policías en Cataluña temen por su vida y lo reconocen abiertamente.

A diferencia del criterio de la Conselleria de Interior y el Ayuntamiento de Barcelona, que se niegan a pedir ayuda a la Policía Nacional, desde los Mossos reclaman que si es necesario se cuente con sus compañeros. Aunque hay cierta coordinación entre todos los cuerpos policiales, a través del CECOR, algunos agentes piensan que «no estaría de más su ayuda», según manifestaron a Josep Lluís Trapero.

La entrada en acción de la Unidad de Intervención Policial del Cuerpo Nacional de Policía permitiría una mejor distribución de los efectivos de los Mossos por la región. Los agentes nacionales se podrían concentrar en las protestas de Barcelona y los de la policía catalana podrían acudir a otros puntos de la comunidad autónoma donde también son necesarios.

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