El Gobierno destina 1,2 millones a combatir la «desinformación» de «políticos» sobre la Agenda 2030

El Gobierno de Pedro Sánchez ha destinado 1,2 millones de euros a la campaña Una Agenda 2030 para toda la ciudadanía, que tiene entre sus objetivos combatir la «desinformación» sobre estas políticas que, según sostiene el Ejecutivo, es empleada por «políticos», en este caso, la oposición. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha adjudicado recientemente un contrato para el servicio de creatividad de esta campaña de publicidad institucional contemplada en el Plan de Publicidad y Comunicación Institucional elaborado por Presidencia para el año 2024.

En concreto, el Gobierno ha externalizado un «servicio de creatividad, diseño, realización y producción de una campaña de publicidad institucional dirigida a generar un consenso social positivo sobre la Agenda 2030 que permita despolitizar y contrarrestar la información y mensajes no veraces sobre la misma que existen en la actualidad entre la opinión pública española», según reza en los pliegos del expediente consultado por OKDIARIO. Este encargo ha recaído por 87.668,41 euros (impuestos incluidos) en la empresa Onda Mediaplan SL. El otro contrato, el relativo a la inserción de la publicidad en televisión, radio, prensa, revistas, Internet y exteriores, será tramitado más adelante. Para ello, el coste previsto se eleva a 1,2 millones, según reza en el Plan de Publicidad y Comunicación Institucional del Ejecutivo para 2024.

Según señala el Gobierno en los pliegos del expediente ya adjudicado, «la Agenda 2030 se configura como la hoja de ruta urgente que nos guía en el proceso de construcción de un país sostenible y justo socialmente». «Mediante esta campaña -prosigue el Ejecutivo- se busca contrarrestar la información no veraz que es habitualmente difundida por determinados sectores sociales y políticos contra la Agenda 2030 y presentar en positivo un conjunto de medidas que, enmarcadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, suponen la solución a gran parte de los problemas cotidianos de la población y un beneficio para el conjunto de la sociedad para crear un sistema más justo y solidario», incide el ministerio que dirige Pablo Bustinduy, miembro de Sumar y ex integrante de Podemos.

Para el Gobierno, según esgrime, esta campaña «ha de resultar inspiradora y positiva para la población y tiene una labor de concienciación de la sociedad respecto a la crucial importancia que tiene la Agenda 2030 de cara a actuar frente a los retos cotidianos en nuestro país».

El Ejecutivo de Sánchez, que trabaja en un plan para censurar a la prensa crítica mientras acusa a la oposición de «comprar tabloides y líneas editoriales», habla aquí directamente de combatir «datos» e «información no veraces que son escuchados habitualmente en los medios y en la opinión pública española en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

La Administración Sánchez añade que esta campaña «debe tratar de volver a generar un consenso y una percepción social positiva de la Agenda 2030, entendida como una hoja de ruta beneficiosa para la sociedad y desvinculada de los agentes políticos y sociales». Para ello, dice que se ha de trabajar estos mensajes sobre sectores de la sociedad que «puedan percibir la Agenda de una manera negativa, no la conozcan o no tengan conocimiento del impacto sobre su día a día». El Ministerio cita como «sectores sociales estratégicos» a quienes viven en el medio rural, así como a la «población más joven».

Protestas de los agricultores

Precisamente, en el ámbito rural, los agricultores han denunciado este año en sonadas protestas el abandono del campo por parte del Gobierno de Sánchez mientras éste enarbola discursos de un ecologismo ideológico. «Estamos hartos de la Agenda 2030, de estas políticas con las que nos quieren freír. A los agricultores nos están poniendo como los culpables de los supuestos problemas medioambientales que ellos se están inventando, cuando nosotros vivimos del medioambiente y del campo. Somos los primeros interesados en que el campo funcione», comentaban el pasado febrero a OKDIARIO los participantes en una tractorada de protesta en Zaragoza.

Los agricultores que se echaron a la calle criticaron las medidas condicionantes a las que se ven sometidos: «Los cuadernos digitales, los cuadernos de campo, de fertilización… están acelerando que mucha gente abandone sin el relevo generacional. Siempre legislan en contra de la agricultura y la ganadería. Los tomates marroquíes no cumplen ningún requisito, pero nosotros en la oficina tenemos que tener personal, los pesticidas, los cuadernos en las cooperativas», indicaban los manifestantes. «Pasamos casi más horas en un despacho haciendo papeles para que no tengas una sanción, que en el campo con el tractor», señalaban.

«Nosotros no queremos ser un sector subvencionado, queremos ser rentables por nosotros mismos, pero la globalización nos lo impide. No podemos competir con las condiciones de países extracomunitarios, como Marruecos, Argelia, y América. Además, las condiciones laborales son distintas», aseguraban.