Ni la Generalitat se cree su independencia: la bandera española sigue ondeando en el Palau
La petición de los independentistas de que la Generalitat retire la bandera de España de lo alto de su edificio ha caído en saco roto. Ni el Govern ni el Ayuntamiento de Barcelona, frente a frente en la barcelonesa plaza Sant Jaume, se han atrevido a retirar la rojigualda.
Uno de los cánticos más recurrentes este viernes, en la celebración tras la declaración unilateral de independencia, era «fora, fora, fora la bandera espanyola», es decir, «fuera, fuera, fuera la bandera española». Sin embargo, pese a que algunos ayuntamientos de Cataluña sí que la retiraron prácticamente de forma inmediata una vez el Parlament aprobó la declaración de independencia, ni el Ayuntamiento de Ada Colau, ni la Generalitat (ahora de Soraya Sáenz de Santamaría) han retirado la bandera de España de lo alto de sus sedes.
De hecho, Barcelona ha amanecido este sábado con una tensa calma, en la que parecía no haber pasado nada del otro mundo este viernes, pese a la DUI proclamada tras el golpe de Estado. Las calles, los negocios e incluso los edificios oficiales han tenido la más absoluta normalidad.
Apenas algunas esteladas de más en algunos de los monumentos de Barcelona han sido los únicos símbolos que reflejaban que este pasado viernes había pasado algo. Los turistas -menos de los habituales para ser un sábado- caminan con total naturalidad, las cafeterías y restaurantes -con menos gente también- han abierto tratando de mostrar la más absoluta calma ante el golpe de Estado de Carles Puigdemont, ya destituido al frente de la Generalitat de Cataluña.
Así, la plaza Sant Jaume, pese al revuelo de este viernes, mantenía sus banderas españolas, frente a frente, en sendos edificios públicos -Ayuntamiento de Barcelona y Generalitat de Cataluña-, aunque sí se puede apreciar más volumen de pancartas independentistas, e incluso había frente a la sede del Govern un grupo de personas recordando las víctimas del franquismo.