La Fiscalía pide 3 años de cárcel para los mossos que escoltaban a Puigdemont cuando fue detenido en Alemania

Miquel Buch
Carles Puigdemont en Bruselas, con el mosso que le protege como escolta.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide una condena de tres años de prisión por delito de encubrimiento para cada uno de los dos agentes de los Mossos d’Esquadra que acompañaban al ex presidente catalán Carles Puigdemont cuando fue detenido en Alemania en marzo de 2018.

Los mossos Carlos de Pedro López y Xavier Goicoechea fueron procesados el pasado mes de febrero por el Juzgado Central de Instrucción número 6, que consideró que con su actuación perseguían el objetivo de que Puigdemont no fuese detenido después de que se reactivara la orden europea de detención y entrega emitida por el Tribunal Supremo.

«Los investigados ayudaban a Carles Puigdemont, conscientes de que era investigado en España por su participación en hechos constitutivos del delito de rebelión y otros, y que el juez instructor había emitido una orden europea de detención y entrega», explica el fiscal en su escrito de acusación, en el que considera que la intención de los mossos era ayudar al expresident a llegar a Bélgica y «evitar su identificación en algún lugar donde pudieran ejecutar la orden de detención».

Hace casi dos años que Puigdemont solicitó al Govern los servicios de escolta que le tocan como ex presidente de la Generalitat, pero al encontrarse fuera de España, Interior tuvo que consultar la petición con el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska que denegó el servicio. Pese a ello, varios agentes de los Mossos trabajan a diario en la sede de la ‘Casa de la República’ saliendo a identificar a personas que se acercan y que no tenían visita programada o acompañando a Puigdemont.

Según informó OKDIARIO, estos 14 agentes que vivían entre Waterloo y Barcelona forman parte de la nueva policía patriótica de Quim Torra, un cuerpo con un alto sesgo ideológico, que estará únicamente al servicio del presidente catalán. Se trata de una nueva unidad policial con funciones propias de las de un cuerpo de élite de inteligencia. Será Torra quien decidirá qué trabajos pueden desarrollar y a qué personalidades pueden asistir. Entre las tareas que tiene asignada el Área de Seguridad Institucional de los Mossos (ASI), que tendrá su sede en el Palau de Pedralbes de Barcelona, también está la protección de espacios sensibles, como la sede del Palau de la Generalitat, que estos agentes bloquearían en caso de amenaza de intervención policial por parte de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado.

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