La FAES de Errejón pone de referente al gamer Ibai Llanos frente a «la prensa desconectada de la realidad»

El centro de pensamiento impulsado por Íñigo Errejón ha puesto al gamer y streamer Ibai Llanos como referente informativo para los jóvenes frente a unos medios de comunicación que «pierden su conexión con la realidad». La revista que ejerce de think tank de Más Madrid y del errejonismo ha ensalzado a este creador de contenido en Internet para, al mismo tiempo, criticar a la prensa tradicional.

El artículo, que aparece en La Trivial, carga contra los periódicos, las televisiones y las radios porque, dicen, «ya no hablan para el conjunto de la población, se muestran incapaces de comprender lo que sucede a su alrededor». En frente, jóvenes como, entre otros, Ibai Llanos «están sabiendo conjugar entretenimiento e información, aportando a los espectadores un punto de vista mucho más distendido y demostrando que se puede romper con el auctoritas de los medios de comunicación». Esta prensa que tildan de «tradicional», señalan, tienen «una reticencia al cambio, pierden su conexión con la realidad, impidiendo así la renovación y relegando a la precariedad a las nuevas generaciones, incapaces de hacerse un hueco y aportar su propia visión».

Señalan que Ibai Llanos exprime la plataforma Twitch para estar en contacto con su amplia comunidad. Cada noche reúne a más de 200.000 jóvenes desde el salón de su casa. Así, según los dos politólogos errejonistas que firman el texto, este joven vasco de 25 años «despedaza» las noticias con críticas que recibe. «Decidlo, soy independentista catalán y amigo de Pedro Sánchez», lanzó en tono socarrón en alusión a los medios que le cuestionan.

Esto, según la tesis de La Trivial, representa «con perfecta exactitud el conflicto que envuelve a la comunicación en la actualidad». Valoran que estamos ante «unos medios tradicionales que, desde la barrera y dirigiéndose a un público muy concreto, critican con prepotencia y clara superioridad moral unas nuevas dinámicas comunicativas». Además, surgen «estos nuevos formatos, plataformas y personajes públicos que admiran impertérritos el anquilosamiento de una estructura mediática incapaz de adaptar su discurso y formato a los nuevos tiempos. Como diría aquel famoso refrán: renovarse o morir».

Estos gurús del diputado de Más Madrid en el Congreso sostienen que «en el fondo, esta discusión, que tiene un componente claramente generacional, se debe a la manera de entender los límites que acompañan a la comunicación». Señalan que «tradicionalmente» en la prensa hay «unidireccionalidad». «El consumo de la información no ha permitido su cuestionamiento por parte del espectador. Hasta ahora, la puesta en cuestión del mensaje del establishment, en los casos en que era posible, se daba dentro de sus mismos espacios, nunca desde fuera. El outsider, fuera de los medios tradicionales, quedaba condenado al ostracismo comunicativo la mayor parte de las veces», agregan.

«Desconexión generacional»

Los autores del artículo apuntan a que «se está produciendo, cada vez de forma más rápida, una desconexión mediática generacional». Los medios de comunicación tradicionales, aseguran, «ya no hablan para el conjunto de la población, se muestran incapaces de comprender lo que sucede a su alrededor, encerrándose en sí mismos y, apelando a la nostalgia, dirigiéndose a su audiencia tradicional, abandonando por el camino toda posibilidad de recuperar a una audiencia que consideran perdida, los jóvenes».

Ahondando en la crítica a la prensa, estos politólogos (Alejandro Solís Rodríguez y Daniel Vicente Guisado) censuran que hasta ahora «el público quedaba reducido a un mero consumidor, a un receptor de información». «En cambio, lo que este tipo de herramientas permiten es la ruptura de esa unidireccionalidad. A través del chat de la red social Twitch, por ejemplo, se hace posible la interacción tanto vertical, con el streamer [Ibai Llanos], como horizontal, con el resto de espectadores, generando una comunicación totalmente bidireccional que llama la atención respecto del tradicional lenguaje mediático».

«Ahora se puede romper el mensaje oficial por otros medios alternativos. Aunque esto ya sucedía en Twitter u otras redes sociales, donde cada sujeto se autoconstituye en plataforma de sus propias reflexiones y pensamientos, es la llegada de Twitch la que permite que cada persona tenga un plató de televisión para sí misma», concluyen.

Auguran que vamos hacia «la microsegmentación». Plasman cómo en Estados Unidos «muchos medios de comunicación se han convertido en nichos ideológicos, es un caso paradigmático». «Mientras los votantes republicanos ven un canal, los demócratas ven otro. No debería extrañar a nadie que en poco tiempo veamos cómo este fraccionamiento de las audiencias llegue a lo generacional. Jóvenes consumiendo exclusivamente de Internet, por rechazo a los medios tradicionales, y adultos reforzando su rechazo al primero por una férrea adhesión a los medios tradicionales. Un fenómeno que, en el reino de la polarización afectiva, está más cerca que nunca», teorizan.