VISITA A VALENCIA

Éste es el momento en el que Sánchez deja solo al Rey, se da la vuelta y huye hacia su coche para escapar

La radiografía del momento muestra cómo las comitivas se rompen y Sánchez aprovecha para escapar

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La comitiva del Rey Felipe VI, la Reina Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente valenciano, Carlos Mazón, avanzaba por una de las avenidas de Paiporta rumbo a la Plaza Sant Jordi. Desde minutos antes, centenares de vecinos habían recibido un mensaje en cadena instándoles a acudir para mostrar su indignación. Cuando apenas quedan 50 metros para que la comitiva llegue a esa plaza, la cabecera de los vecinos empieza a lanzarles barro y a insultarles. En ese momento, Sánchez se detiene, se separa del grupo y vuelve sobre sus pasos hacia su vehículo, protegido con paraguas y escudos de sus escoltas. Mientras, el Rey, la Reina y Letizia siguen hacia adelante. El Rey, incluso, apartando el paraguas con el que le protegían de la lluvia de barro. Luego, Moncloa anularía la visita a Chiva, pese a que Felipe VI tenía intención de ir.

La visita de la comitiva estaba transcurriendo con tranquilidad, en parte por el encapsulado que Moncloa había impuesto para el recorrido. Sin medios de comunicación. Sin embargo, Zarzuela quería que el Rey y la Reina pudieran acercarse a los vecinos para conocer sus quejas.

Sus vehículos quedan detenidos a unos 100 metros de la Plaza de Sant Jordi de Paiporta, donde había una gran multitud de vecinos. Habían recibido mensajes informando previamente que la comitiva iba a pasar por allí. Cuando se acercaban a pie, los insultos comenzaron a arreciar. Gritos de «Sánchez y Mazón, dimisión». Pero todo adopta un cariz preocupante cuando comienzan a lanzarle bolas de barro, piedras y objetos.

En ese momento, la comitiva se divide: Sánchez se frena y su equipo comienza a cubrirle con paraguas e incluso con los escudos portátiles que llevan sus escoltas. Se da la vuelta, se separa del grupo del Rey, la Reina y Mazón, y comienza a caminar a ritmo rápido hacia atrás.

En ese momento, el grupo del Rey, la Reina y Mazón sigue hacia adelante. Con paso firme, pero pausado, el grupo avanza hacia los vecinos, cada vez más enfadados. Un paraguas tapa al Rey para protegerle de la lluvia de barro, pero este lo aparta sutilmente y queda expuesto a lo que le tiren.

Sánchez huye

Sánchez, escoltado y con su equipo activando un «protocolo de seguridad», se dirige hacía su coche y el de sus escoltas, que están a unos 50 metros. Por el camino recibe insultos e incluso le tiran barro y al menos dos palos, que no le impactan.

Las imágenes le muestran con cara impasible, negando con la cabeza, mientras avanza hacia el vehículo todoterreno en el que le introduce y maniobran para dar la vuelta. Una mujer golpea el coche con un paraguas. Los vecinos siguen insultándole, pero el todoterreno sale rápido del lugar. En el camino, un coche con personal de Moncloa recibe una lluvia de golpes y patadas.

La comitiva del presidente pone rumbo a las afueras de Paiporta, para dirigirse posteriormente al CECOPI, el centro de control situado en la zona segura del puerto de Valencia. Por el cielo, su evacuación es seguida por un Cuco, un helicóptero de la Guardia Civil. El vehículo de Sánchez es captado a toda velocidad, escoltado, huyendo de Paiporta. La luna trasera está rota y marcas de botas con barro impresas por toda la carrocería.

El Rey sigue sólo

Mientras eso se produce, durante media hora el Rey y la Reina charlas con los vecinos. Les preguntan por sus quejas, tratan de calmarles. El equipo de seguridad intenta llevarse al Rey a un vehículo. Varias veces. Pero este insiste en acercarse a otro grupo de vecinos, y luego a otro. Finalmente, deja el lugar cuando la situación ha vuelto a una relativa calma.

De allí, tenían previsto ir a Chiva. Pero Moncloa cambia de opinión. La visita continuará en el CECOPI, el lugar a donde ha sido evacuado Sánchez.

Los Reyes con los vecinos

Afectado pero firme en su propósito, el Rey Felipe VI ha preferido mantenerse en Paiporta y no retirarse ante la explosión de indignación de las víctimas y voluntarios que trabajan desde hace días en la localidad arrasada por la DANA. Tras aguantar el lanzamiento de barro por parte de víctimas de la riada, los gritos e insultos, Felipe VI ha solicitado en varias ocasiones hablar con los vecinos que le increpaban y así lo ha hecho: «Quiero saber de primera mano el por qué no ha llegado antes toda la ayuda que reclaman».

El Rey ha soportado una lluvia de barro, de madera e hierros pero no se ha retirado y ha exhortado a que bajara a conversar a un joven que le increpaba desde el balcón de un segundo piso. En medio de la lluvia de insultos y objetos a los políticos y a los Reyes, Felipe VI ha pedido a sus escoltas que le retiraran los paraguas que le protegían, para contactar de forma directa con los indignados que le exigían que cogiera una pala y se pusiera a limpiar.

Los Reyes querían llegar antes

Desde el principio de la tragedia de la DANA el deseo de los Reyes era visitar cuanto antes la zona afectada por la catástrofe, sin embargo sus asesores más estrechos han retrasado el viaje real durante un par de días a las zonas afectadas.

Cuando hoy, cinco después de los hechos han llegado a Paiporta las autoridades, el caos se ha adueñado de la situación. La comitiva se ha roto desde el principio y en la cabeza han quedado aislados el monarca y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, separados del resto. Durante el recorrido, decenas de personas les han gritado y lanzado objetos y barro,  mientras policías y guardias civiles han tratado de contenerles y proteger a las autoridades.

 

 

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