España cuenta ya 15.238 muertos por coronavirus y Sánchez sigue sin ponerse la corbata negra en señal de luto

La pandemia del coronavirus sigue su avance imparable en España, con 15.238 muertos según el último balance actualizado del Ministerio de Sanidad, y 152.446 casos confirmados, 5.756 más que el miércoles. Sin embargo, Pedro Sánchez se resiste a llevar la corbata negra, algo que contrasta con los líderes del PP, Pablo Casado, y Vox, Santiago Abascal. 

Sánchez, que ha acudido este jueves al Congreso para defender una nueva prórroga del estado de alarma, ha prescindido de todo símbolo de luto. En su lugar, ha optado por una corbata roja de estampado gráfico. En su intervención, incluso ha celebrado que la pandemia «empiece a estar bajo control». Ello, poco antes de que Sanidad informase de que otras 683 personas habían fallecido en las últimas 24 horas.

El socialista ha evitado cualquier autocrítica y se ha amparado en las recomendaciones de los organismos internacionales para defender su gestión. Ha asegurado que «toda Europa llegó tarde, pero España actuó antes» y ha emplazado a la oposición a un pacto «por la reconstrucción».

«Todos estamos llamados a esos pactos. ¿Están dispuestos? Yo lo estoy», ha exhortado a los diputados. Sánchez, incluso, ha recurrido al chantaje, preguntándose que «si nuestros sanitarios combaten unidos el virus, ¿qué sentido tiene la división, a quién beneficia?».

En su intento por justificarse, ha afirmado que España ha sido el primer país de Europa que decidió medidas de confinamiento con sólo 120 fallecidos. Sin embargo, según la cronología, fue Italia quien antes adoptó esa medida. También ha defendido las cifras oficiales, frente a la desconfianza por el número de fallecidos.

«Ningún Gobierno puede presumir de que no haya cometido errores», ha admitido, aunque ha evitado cualquier responsabilidad y ha afirmado que el Ejecutivo actuó «de buena fe, con toda su energía y sus medios y con el consejo de los mejores expertos».

«Toda Europa llegó tarde, pero España actuó antes», ha reivindicado, quejándose de que en nuestro país el coronavirus, a diferencia de lo sucedido en otros, ha abierto una cuarta crisis, la política, al enconar el enfrentamiento entre Gobierno y oposición.