Afganistán

El Ejército español inicia la segunda fase de la evacuación: el primer A400M ya ha llegado a Kabul

Cazas Madrid, Eurofighter, Día de la Hispanidad, 12 de octubre
Un A400M español en una foto de archivo.
Pelayo Barro

El primero de los aviones A400M del Ala 31 del Ejército del Aire, enviado por el Gobierno a Dubái en espera de la evacuación de los españoles que aún están atrapados en Afganistán, ya ha llegado a Kabul. Salió a primera hora de la mañana y ahora deberá recoger rápidamente al personal que se encuentra en el aeropuerto y emprenda la ruta de salida.

La aeronave es la primera de las que envió España este pasado lunes desde la base de Zaragoza. Lleva por código de vuelo AME3157 y en estos momentos ya se encuentra en Kabul, tras sobrevolar las aguas del Golfo Pérsico y bordear Irán antes de tomar rumbo norte y dirigirse a Afganistán.

Comienza de esta manera la segunda fase de la misión NEO (evacuación de no combatientes) que las Fuerzas Armadas llevan preparando semanas, pero que no habían ejecutado hasta que recibieron la luz verde del Gobierno. El retraso en la operación, según fuentes oficiales, responde a las dificultades de última hora que han aparecido en Afganistán -y en especial en el aeropuerto de Kabul- el pasado domingo, cuando EEUU inició su repliegue final y propicio la toma del poder por parte de los talibán.

A bordo de ese avión A400M viajan alrededor de una treintena de efectivos del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), miembros del Ejército del Aire armados y equipados para proteger a los civiles a los que van a rescatar. Según fuentes militares, la operación será «rápida y quirúrgica»: llegar, cargar y salir. Los evacuados serán escoltados hasta la pista en cuanto llegue el avión, que realizará un repostaje (no tiene capacidad para ir y volver, unos 4.000 kilómetros de ruta, y además irá cargado). El EADA formará un perímetro alrededor de la aeronave y será la última en subirse a bordo.

Las órdenes del comandante de la aeronave son sacar a la gente que figure en su lista, no más. Se descarta, por tanto, que se repitan imágenes como la de estos días, en las que un avión norteamericano C-17 Globemaster cargó hasta 640 personas antes de despegar. A bordo de los A400M no irá nadie que no se esperase, explican las fuentes consultadas.

La operación es, explican, «relativamente sencilla» en lo importante pero «compleja en los detalles». El tráfico de la pista de Kabul se ha restablecido después de que las fuerzas estadounidenses hayan retomado el control de la pista, tras horas invadida por afganos que buscaban un sitio en una de las aeronaves de la OTAN que operan estos días allí.

«El aterrizaje no está asegurado»

Sin embargo, fuentes militares reconocían esta mañana que «la situación puede cambiar en cualquier momento y el aterrizaje no está asegurado, aunque tendrán una oportunidad». Así les ocurrió esta misma semana a dos aeronaves A400M de Alemania y Turquía, que tuvieron que irse hasta países cercanos tras constatar que no podrían tomar tierra. Lo supieron cuando ya habían iniciado la maniobra de aterrizaje, que tuvieron que abortar.

Por otra parte, algunos de los afganos que trabajaron como traductores o chóferes para las fuerzas españolas o la embajada recibieron de madrugada este miércoles la llamada del Gobierno español urgiéndoles a que llegasen al aeropuerto para su evacuación. Sin embargo, fuerzas talibán controlan los exteriores del aeropuerto y hay controles de documentación, por lo que no tienen asegurada su entrada. Hasta el momento, explican fuentes militares, hay alrededor de «medio centenar de personas» susceptibles de evacuar en el aeropuerto. La lista completa sube hasta las 425 personas.

 

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