Echenique dice ahora que asumirá la sanción que le toque por tener un asistente en B y sin contrato

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Pablo Echenique en un acto de campaña de Podemos. (Foto: AFP)

Después de hacer campaña contra los que pagan en negro a sus trabajadores y contra los que «tienen a cuidadores sin pagarles la Seguridad Social», el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, la asumido su culpa, pero como siempre a su manera. Una vez más, ha echado balones fuera asegurando que quienes le siguen criticando por haber tenido durante un año a un asistente personal trabajando para él cada mañana sin regularizar su situación con la Seguridad Social «no han hecho los deberes». Dice ahora el líder de Podemos-Aragón que si cometió una infracción asumirá la sanción correspondiente.

De esta forma se expresa Echenique en un texto que ha difundido en las redes sociales para responder a las noticias sobre su asistente personal y después de que hoy mismo algunos políticos, entre ellos, su compañero en Unidos Podemos y coordinador federal de IU, Alberto Garzón, haya pedido una investigación sobre esta relación laboral.

El secretario de Organización de Podemos, quien admite que cobra 337 euros al mes por la Ley de Dependencia –más de lo que él pagaba en negro a su empleado, 300 euros– vuelve a aclarar que la relación con su asistente ya está «extinguida» y que acabó después de intentar que el trabajador regularizara su situación.

Asimismo, admite su «error» al pensar que no estaba cometiendo una irregularidad y echa la culpa a su asistente porque la obligación de «estar al corriente con la hacienda pública» era del trabajador, no suya. En todo caso, Echenique avanza que está consultando el asunto con sus abogados y que si cometió alguna infracción no tendrá problema en asumir la sanción correspondiente.

«Más allá de lo legal y si olvidamos los motivos que me movieron, creo que es obligación de los cargos públicos tener un comportamiento ejemplar y que, por ello, no tengo ningún problema en admitir también mi error en no encontrar una manera de regularizar la situación de mi asistente a la vez que no lo dejaba tirado. La nueva política es también saber decir ‘me equivoqué’ y tampoco tengo ningún problema con eso», presume.

Echenique detalla que contó con los servicios de este asistente una hora al día durante unos años tras contactarle a través de una empresa que era la que le pagaba el sueldo en un primer momento.

Después de que fue despedido siguió contando con él «en régimen de autónomo» y pagándole «el doble» de lo que le pagaba la empresa para que pudiera afrontar la cuota de autónomos sin perder derechos laborales.

No obstante, insiste en señalar al trabajador como el responsable de la irregularidad, ya que recuerda que fue él quien decidió «unilateralmente» dejar de pagar esa cuota, tras lo que siguió pagándole lo mismo, aunque le insistió en regularizar su situación y cuando esa relación «se alarga» deja de contar con sus servicios.

Echenique trata de evadir culpas y presentarse como víctima presumiendo de que su sueldo no excede de la norma que se autoimpusieron los cargos de Podemos, es decir, no más de tres salarios mínimos, y explica que su salario alcanza los 2.246 euros netos en 14 pagas como diputado autonómico, del que dona una parte a Podemos, y que es la misma cantidad que cobraba como eurodiputado.

Recuerda que como científico del CSIC tenía un sueldo de 2.464 euros netos en 12 pagas y además ingresa 337 euros al mes por la ley de dependencia en concepto de atención en el entorno familiar, un dinero que ahora se ahorra de pagar a un trabajador (en A o en B), porque de esas labores se ocupa su esposa. «Mi asistente familiar es hoy mi mujer y antes lo fue mi madre. Ambas sin que el Estado (que es quien debe hacerlo) tenga a bien pagarles la seguridad social y con una elevada carga personal y de trabajo», afirma.

Añade además que incluso con su sueldo y con esas subvenciones, su nivel de dependencia, le hace «absolutamente imposible tener una vida autónoma» y calcula el coste de la asistencia que necesita en las tareas cotidianas en unos 2.000 euros al mes.

«Así las cosas», concluye Echenique en un ejercicio de darle la vuelta a la responsabilidad en la que ha incurrido, «supongo que los que me siguen pidiendo explicaciones o es que no han hecho los deberes o es que las piden a modo de espasmo o de tic nervioso. En cualquier caso, vaya también para ellos este documento», concluye.

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