«Debemos politizar el dolor»: la frase de Iglesias en 2016 que se entiende mejor con 830 muertos
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, alentó a su partido en el año 2016 a «politizar el dolor» para que se convirtiese en «propuestas para cambiar la realidad». Hoy sus palabras explican la estrategia de Podemos que, apoyados en los estragos que el virus está causando en la sociedad española, aprovechan para imponer su agenda política (oposición a la monarquía constitucional) y económica (contra las grandes empresas, los alquileres y la sanidad privada).
Las palabras del líder de Podemos fueron pronunciadas durante la precampaña de las elecciones generales de 2016. En aquel momento, el PSOE acaba de defenestrar al ahora presidente, Pedro Sánchez, y los morados se veían como única oposición parlamentaria ante la reelección de Mariano Rajoy.
Iglesias proclamó la necesidad de «politizar el dolor» ante sus militantes. La declaración quedó además reflejada en la cuenta oficial del partido, donde aún puede leerse.
«Debemos politizar el dolor, que el dolor se convierta en propuestas para cambiar la realidad» @Pablo_Iglesias_ #DesafíosPodemos
— PODEMOS (@PODEMOS) October 7, 2016
Desde el comienzo del avance del virus, los dirigentes de Podemos, junto al Gobierno del que forman parte, negaron de forma sistemática la dimensión de a pandemia que venía. Tanto es así que decidieron no anular las manifestaciones del 8-M que reunieron a decenas de miles de personas por toda España.
Sin embargo, ante la evidencia de las cifras, Podemos cambió de estrategia y comenzó a usar, tal y como mencionó su líder en 2016, el coronavirus para intentar de imponer su agenda política y económica.
Bajo el pretexto de las informaciones que han destapado la corrupción de Juan Carlos I, Podemos promocionó este miércoles una cacerolada contra la Corona, aprovechando que el Rey Felipe VI iba a dirigir un mensaje a la nación con motivo de la epidemia. «En estos momentos, la prioridad es la lucha contra el #COVID19. Sin embargo, acciones populares como la #cacerolada nos recuerdan que, una vez superada la emergencia sanitaria, nuestro país merece conocer la verdad sobre las informaciones relativas a la Casa Real», jalearon.
En estos momentos, la prioridad es la lucha contra el #COVID19.
Sin embargo, acciones populares como la #cacerolada nos recuerdan que, una vez superada la emergencia sanitaria, nuestro país merece conocer la verdad sobre las informaciones relativas a la Casa Real.
— PODEMOS (@PODEMOS) March 18, 2020
Pero ese no fue el único mensaje que el partido publicó en redes sociales. Horas más tarde el partido aseguró que «en tiempos de crisis y combate se toma conciencia del valor de lo común, de lo público, de la res publica». Por ello aseguraban estar emocionados ante la cacerolada al Rey.
En tiempos de crisis y combate se toma conciencia del valor de lo común, de lo público, de la res publica. Emociona escuchar las cacerolas que dicen #CoronaCiao
— PODEMOS (@PODEMOS) March 18, 2020
Las respuestas fueron inmediatas. «Irresponsables. Os pasaremos la factura los españoles. 700 muertos a vuestras espaldas», les recriminaron los usuarios de la red social. «Está muriendo gente. MURIENDO. Cortaos un poquito», les afearon.
Pero no ha sido el único momento en el que la formación ha aprovechado la situación para conseguir rédito electoral. Podemos publicó un mensaje en el que comparaban la inversión del Partido Popular en 2008, utilizada para «financiar el rescate bancario» y el dinero que el Gobierno destinará ahora para «blindar los derechos de los trabajadores». Dos momentos y circunstancias muy distintas que, sin embargo, los morados no han dudado en utilizar.
Este país ha cambiado.#EscudoSocialCoronaVirus https://t.co/P5jP9Hf0bK
— PODEMOS (@PODEMOS) March 17, 2020
Estrategia de partido
El uso del dolor como estrategia política es una de las armas que Podemos baraja entre sus técnicas. Un año después de que Iglesias pronunciase esas palabras, el ahora ministro de Consumo, Alberto Garzón, las repetía en el acto «Espacios del cambio» en el que ambos se encontraban presentes y volviendo a pedir «politizar el dolor, convirtiéndolo en compromiso político y social», alabando además lo bien que lo había explicado anteriormente el líder podemita.