Elecciones a la Alcaldía de Barcelona

Daniel Vosseler (Barcelona Ets Tu): «Nuestro objetivo es delincuencia cero y okupas fuera en 48 horas»

Ver vídeo
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Barcelona Ets Tu se ha marcado el objetivo de devolver a Barcelona todo su brillo tras años de degradación con Ada Colau. Un reto que esta candidatura, que integra a profesionales de distintos sectores de la sociedad civil y está liderada por el abogado Daniel Vosseler, encara con ilusión de cara a las municipales de mayo. La formación se fija varios retos, aunque tiene claras sus prioridades: construir más vivienda pública y acabar con la okupación, hacer que los barceloneses se sientan seguros en su ciudad y lograr que las empresas regresen. Se definen, ante todo, como un partido «de gestión» y con un compromiso claro con sus electores.

PREGUNTA.- Barcelona Ets Tu surge primero como una plataforma ciudadana y ahora, seis años después, da el salto a partido político, ¿por qué es tan necesaria esta candidatura?

RESPUESTA.- Yo soy autónomo, soy abogado. Hace 25 años que ejerzo una abogacía de proximidad a los problemas de la gente. Hace seis años, comenzamos a visualizar que nuestra querida Barcelona iba a entrar en una deriva. Y, efectivamente, creo que el adjetivo que define ahora al Gobierno de la ciudad es decadencia. Tenemos unos datos extraordinariamente preocupantes. Por ejemplo, el 30% de los barceloneses está en el umbral de la pobreza. La Alcaldía de Ada Colau ha sido una verdadera maquinaria de generar ruina y miseria. Hay 10.000 personas en indigencia extrema, colas del hambre, 5.000 empresas se han ido, no hay vivienda. Barcelona era una ciudad modelo que, a día de hoy, está viviendo los peores desequilibrios sociales desde la democracia. Barcelona Ets Tu es un partido de gestión, de autónomos, pescaderos, carniceros, ingenieros, farmacéuticos, doctores… Porque la sociedad civil quiere renunciar a las ideologías. Aquí hay gente de izquierdas y de derechas, gente que se siente independentista y constitucionalista. Y todos han decidido aparcar sus ideologías para centrarse en un partido basado exclusivamente en la gestión. Somos profesionales que desplegamos un programa muy pragmático para resolver de una vez por todas todos estos desequilibrios y centrarnos en promover la gran Barcelona, ésa que nos devuelva a la vanguardia de las grandes capitales. Un lugar que nunca deberíamos haber abandonado.

P.- Barcelona Ets Tu es una candidatura muy variada y muy representativa del tejido de la sociedad civil, ¿por qué es tan importante su compromiso con la gestión? 

R.- El lema que vertebra esta candidatura es Por una mejor gestión, porque es básico gestionar mejor Barcelona. Gestionar es muy difícil y para saber gestionar se necesita experiencia. Por eso hemos decidido contar con personas con talento y con formación pero, sobre todo, con muchísima experiencia en el campo de la gestión. En la medicina, en el urbanismo, en la arquitectura, en el Derecho, en la seguridad… En definitiva, en la actividad privada. Las personas que integran esta candidatura vienen de vuelta. No necesitamos estar en política, pero es el amor por la ciudad de Barcelona, ver ese nivel de decadencia, lo que ha obligado a la sociedad civil a crear esta candidatura. Defendemos un modelo social y económico basado exclusivamente en la gestión, que promueva este gran proyecto de la gran Barcelona y le devuelva todo su protagonismo. Y para eso habrá que revertir muchas cosas, desde vivienda a seguridad.

P.- Vamos punto por punto. Empezando por las pymes y los autónomos. La fuga empresarial ha sido enorme en los últimos años, ¿cómo se puede revertir? ¿Qué incentivos van a promover desde una candidatura municipal?

R.- Lo primero que hay que hacer es devolver la confianza y la seguridad jurídica en las instituciones. Han triturado el tejido productivo. El problema que ha tenido Ada Colau es que se ha desconectado de la vida real. Por ejemplo, se han rechazado proyectos como el Four Seasons, un hotel que hubiera generado 300 o 400 puestos de trabajo, que nos daba seguridad, con 200 marcas de lujo. En su lugar, se han construido apartamentos, un desastre urbano. Se han negado a la ampliación del aeropuerto… Son verdaderas salvajadas. Barcelona no tiene Senado, ni Congreso, ni Tribunal Constitucional, ni embajadas, ni tampoco sedes corporativas de las grandes empresas, ni organismos europeos. Lo único que hay en Barcelona se llama iniciativa privada. Pero si la trituran nos dejan con el plato vacío. Y a eso se le suma una política fiscal draconiana. El Impuesto de Patrimonio, o el de Sucesiones, son una auténtica trituradora. Por eso, al final, el tejido empresarial, que actúa en silencio, que no tiene confianza, que no tiene seguridad jurídica, lo que decide es irse de la ciudad. En los últimos cuatro años se han ido 5.000 empresas. Son 100.000 personas que dejan de estar en Barcelona, de consumir y de dotarla de prestigio. Todo eso lo vamos a recuperar, empezando por generar confianza. Y, además, vamos a crear un nuevo hábitat de recuperación empresarial dándole alas a todo este tejido productivo. En Barcelona tenemos un gran problema con la regeneración. Los jóvenes se van porque no tienen vivienda y así es muy difícil la renovación familiar del pequeño negocio. Y luego está la burocracia, para abrir un negocio necesitas entre nueve meses y un año…

P.- ¿Propone agilizar esos trámites?

R.- Hablamos de un plazo cero. Por ejemplo, si un arquitecto o promotor quiere empezar un negocio, el colegio correspondiente pagará su tasa y en ese preciso momento ya podrá comenzar a construir y hacer las obras correspondientes. A eso se le llama espíritu empresarial. Queremos liderar sectores emergentes, como la farmacología, pero también el metaverso, la inteligencia artificial… Barcelona es una capital tecnológica y queremos que sea puntera. Pero si tú no creas un hábitat para que todo eso se pueda desarrollar, al final lo que tienes es un fracaso. Más allá de las palabras, lo que hacen falta son hechos. Por eso es fundamental la confianza y poner las cosas fáciles, esos son los pilares. Hay que recuperar el tejido productivo que se ha ido, pero también el que ha dejado de venir. Y, para eso, es imperativo que el populismo abandone de inmediato la ciudad de Barcelona. La bandera de Ada Colau es la bandera de la desigualdad. Han sido una verdadera maquinaria de generar ruina y miseria. 

P.- Otro asunto que preocupa a muchos barceloneses es la vivienda. Ustedes proponen desalojar a los okupas en un máximo de 48 horas, ¿cómo lo van a hacer?

R.- Barcelona acumula el 50% de las okupaciones de toda España. Lo digo para que nos demos cuenta del drama que tenemos. Hay entre 2.500 y 3.000 okupaciones. Es tal el drama que la gente ha dejado de salir de vacaciones por si le okupan la vivienda, nos han obligado a poner alarmas en todos los domicilios. Yo, como abogado, he visto cómo una madre se tuvo que ir al hospital y cuando volvió a casa tenía la vivienda okupada. Era una familia monoparental con un menor de edad y se tardó dos años en desalojar al okupa. A mí, por ejemplo, hace una semana me intentaron okupar mi antiguo despacho en el barrio de Gracia. Fueron los vecinos los que lo evitaron. Por eso, nuestra propuesta es clara: crearemos el Grupo de Intervención Rápida de la Guardia Urbana, que se pasará a llamar Policía Metropolitana. Se destinarán 120 agentes a desalojar, en 24 o 48 horas, cualquier inmueble. Por otro lado, los jóvenes se van de Barcelona porque falta vivienda, y la única manera que tenemos de revertirlo es cambiar toda la legislación. Los populistas de Ada Colau aprobaron destinar el 30% de la promoción a vivienda social. Sonaba bien, pero no se ha hecho nada. Desde 2019, sólo se han construido 52 pisos sociales. Así que tenemos que cambiar la legislación, liberalizar suelo y construir vivienda social a precio asequible. No hablo tanto de venta, sino de alquiler razonable, a 500 o 600 euros. Y, a medida que vayan subiendo los sueldos, podremos ajustarlo. Tenemos que construir 50.000 viviendas, de las cuales, 25.000 tienen que ser de carácter social. 

P.- Otro asunto muy preocupante es la inseguridad. Se registran 400 delitos al día, de todo tipo. Robos, agresiones, violencia sexual… La venta ambulante está descontrolada, ¿qué hay que hacer? 

R.- Me sabe muy mal hablar de la realidad de Barcelona, mi ciudad y por la que tengo verdadera pasión, ya nadie reconoce esta Barcelona. Somos la meca de la delincuencia. En 2019, se registraron 200.000 actos delictivos.  Eso, para que nos hagamos una idea, es como llenar dos estadios del Camp Nou de víctimas que durante un año han sufrido un delito en la ciudad. Eso no había pasado jamás. Hemos perdido el control y hay que tomar decisiones muy contundentes. Lo primero que hay que hacer es una política de tolerancia cero con la delincuencia. Crearemos la Policía Metropolitana y dotaremos a la Guardia Urbana de competencias en Seguridad Ciudadana, aumentando la plantilla entre 1.000 y 1.500 agentes. Hace falta más Policía y recursos, como que los agentes puedan llevar incluso armas largas para repeler las agresiones. Yo planteo una Policía como la de Nueva York, y que tenga competencias desde el litoral hasta Montjuïc. Que esa Policía Metropolitana pueda gestionar todo lo que ocurre en la ciudad. Y, otra cosa, si una persona ha venido a hacer daño, se tomará la medida oportuna, que es la expulsión. Mucha gente de fuera ha venido a robar, no a integrarse en la cultura y la ciudad. Y estas personas no pueden continuar aquí. Además, hay que dotar a la Guardia Urbana de seguridad institucional. Que cuando actúen, sepan que tienen un respaldo político. 

P.- Usted propone también pasar de un turismo de botellón a otro familiar y empresarial. 

R.- Tenemos que trasladar el mensaje de que no queremos turismo de borrachera. El turismo de lujo ha dejado de venir a la ciudad por los problemas de inseguridad y, a nivel empresarial, se ha dejado de invertir. Se ha rechazado una ampliación del aeropuerto, que es fundamental, porque Barcelona tiene que estar conectada con el mundo. Eso es jugar con el pan de nuestros hijos. Barcelona tenía dos motores económicos: la automoción -que ya no queda prácticamente nada- y el turismo. Y el turismo de calidad no existe. Tenemos que promover un turismo que apueste por la cultura, por la empresa, volver a la alegría y la normal convivencia. Prefiero menos turistas, pero de mayor calidad. 

P.- Más allá del programa, su candidatura promete curriculums a la vista, detallados, y limitación de la permanencia en política.

R.- Ésa es la base del partido, la temporalidad. Nosotros no somos políticos, somos gente del mundo, de la ciudad. Los currículum están a la vista. En este equipo hay personas con 25 años de experiencia laboral. Tenemos a Pilar Guinovart -ex directiva del Fútbol Club Barcelona-, al doctor Eduard Ruiz, jefe de Andrología de la Clínica Puigvert; al arquitecto Antonio Renalías; la abogada y empresaria Carmen García; la profesora de Secundaria Nuria Antonio; la letrada Ruth Orihuela… Es una candidatura con perfiles para cada sector. Vamos a hablar de proyectos. El urbanístico, 50.000 viviendas. El de seguridad, crear una Policía Metropolitana con el objetivo de delincuencia cero. Un nuevo hábitat empresarial. Transporte metropolitano gratuito. Atender al motociclismo, porque Barcelona es cuna de las motos… Nuestra aspiración es convertir la ciudad en la gran capital de la UE. Barcelona tiene potencial para asumir ese liderazgo que, a día de hoy, ha perdido. Por eso, la sociedad civil ha querido dar un paso hacia adelante, de manera completamente transversal, y hemos dejado las ideologías a un lado para centrarnos en un mandato de gestión. No somos políticos, somos la sociedad civil, que ha decidido cambiar las cosas porque la política ya no resuelve nuestros problemas.

P.- ¿Cuál sería su primera medida en el Ayuntamiento de Barcelona?

R.- Son varias. Pero es muy importante cambiar la legislación de Vivienda y empezar a construir. Y, en paralelo, el despliegue de la nueva Policía, lanzar un mensaje de seguridad y fomentar un nuevo hábitat empresarial de pymes y autónomos, reduciendo los plazos. En definitiva, sincronizar el sector público con la vida real. Cuando esos motores van en paralelo, Barcelona no tiene límites. Vamos a poner la maquinaria a la máxima potencia. 

Lo último en España

Últimas noticias