A dos semanas del referéndum ilegal

La CUP convoca a rodear los colegios el 1-O con cadenas humanas para impedir que la Policía los cierre

La CUP llama al enfrentamiento civil y se moviliza para "la batalla definitiva" de la independencia

CUP
Agustín de Grado
  • Agustín de Grado
  • Madrid
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

Lo adelantó hace días su diputado Albert Botrán: «El 1-O habrá que salir a la calle todo el día, no solo para votar». Este lunes la CUP de Barcelona ha instado a formar cadenas humanas en torno a los colegios electorales para intentar impedir que las Fuerzas de Seguridad disuelvan la votación. Considerado como ‘el día de la batalla última y definitiva’, los extremistas de la CUP están dispuestos a hacer valer su fuerza callejera el 1-O.

El independentismo busca que el Estado emplee la fuerza para evitar las votaciones. Una imagen, la de la Guardia Civil o la Policía requisando las urnas, que acentuaría su victimismo y -creen- reafirmaría su relato de que el referéndum ya tiene menos que ver con la independencia que con el ejercicio de un derecho democrático. Es la línea de oposición política que está defendiendo incluso Podemos: «El PP está cercenando derechos civiles fundamentales», ha dicho este lunes Pablo Echenique.

El llamamiento de la CUP llega después de varios días de eficacia policial, con la identificación de muchos militantes de esta formación (uno fue detenido por agredir a un policía) y de otros partidos para colgar carteles del referéndum ilegal en los primeros días de campaña. Los ‘cuperos’ ya propusieron la semana pasada hacer «muros de personas alrededor de los alcaldes desobedientes para impedir que la policía los detenga». «Y, si es necesario, ocupamos los ayuntamientos para protegerlos», añadieron en el comunicado tras la decisión de la fiscalía general del estado de investigar 712 alcaldes por el apoyo al 1-O. 

El Gobierno de España ya no oculta su preocupación por los altercados de orden público que podrán producirse el 1-O, pero está determinado a impedir la votación. «Nos va a obligar a llegar donde no queremos llegar», afirmó Mariano Rajoy el pasado viernes en Barcelona.

«La suspensión del referéndum no saldrá gratis», ha aventurado el presidente de la ANC, Jordi Sánchez.

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