C’s cambia de apellidos: ya no será socialdemócrata ni de origen catalán como adelantó OKDIARIO

Albert Rivera ha superado las dos enmiendas a la totalidad presentadas por los compromisarios a la ponencia de Valores que se debate en la IV Asamblea General que el partido celebra este fin de semana en Coslada (Madrid).

Este era el debate sin duda más trascendente. En una de esas enmiendas se defendía mantener la definición original del partido –que incluye la etiqueta «socialdemócrata»– frente al nuevo ideario diseñado por la Ejecutiva, en el que únicamente se define como «constitucionalista, liberal-progresista y demócrata». Como también adelantó OKDIARIO, la actual definición ‘corrige’ también a la anterior en lo relativo a su origen catalán. C’s, se decía en el primer redactado, surgía como “el fruto maduro de una reacción ciudadana que tiene su origen en Cataluña y que posteriormente se proyecta a toda España”. Un añadido del que de ahora en adelante también se prescinde.

La enmienda, presentada por el diputado catalán Sergio Sanz, ha sido tumbada por 142 votos en contra por 50 a favor. Un resultado previsible, toda vez que el equipo de Rivera cuenta con el apoyo de casi el 70% de los compromisarios. El resultado supone que la enmienda quede desestimada y no llegue ni siquiera a plenario, para lo que se exigía un 35% de respaldos.

El debate de los «apellidos» era sin duda el más caliente en un cónclave sin sorpresas. Enfrentaba a la dirección con un importante núcleo de críticos, la mayoría en Cataluña y enraizados con los orígenes del partido. Los promotores de la enmienda defendían que prevaleciese el redactado original, de 2007 y firmado por Francesc de Carreras, uno de los fundadores. Y esa pugna ha sido un motivo de disensión en las últimas semanas. Prueba de ello es que el propio Rivera se ha implicado personalmente en la defensa de su ponencia, al lado del portavoz parlamentario Juan Carlos Girauta.

La discusión evidencia la línea entre la actual Ejecutiva y el grupo que propulsó el nacimiento del partido, escépticos también, de un tiempo a esta parte, con la estrategia de «moderación» que, consideran, han imprimido los de Rivera en lo relativo a la cuestión territorial.

El debate de las enmiendas se ha producido, en cambio, en un clima amable. Así lo han confirmado los propios críticos. Jordi Cañas, exdiputado de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña y defensor de una de las propuestas a la totalidad se declaró satisfecho y aseguró que seguirá trabajando «codo con codo» por el futuro del partido.  Según Cañas, las enmiendas no salieron adelante simplemente porque Girauta fue «mejor» en la exposición y logró convencer a más delegados.

No hubo atisbo de críticas a la dirección, pese a que Rivera había exhibido cierta dureza ante los impulsores de estas enmiendas. «Hay gente que quiere que el partido no se defina como progresista y hay gente que quiere que seamos socialistas, como el PSOE. En centro político no es socialista ni conservador, es de centro y liberal-progresista», advirtió, antes de entrar a debatir las ponencias, ya a puerta cerrada.

Otras de las discusiones más encendidas son los referidas a la entrada en los gobiernos-que el partido aplaza a 2019, y en el caso de los municipales- o el alcance de las primarias. La propuesta de la dirección es limitarlas al primer puesto de la lista en lugares de más de 250.000 habitantes. Algunas enmiendas, también desestimadas, exigían que se eligiese por este mecanismo hasta a la mitad de la lista.

En estas ponencias, Estrategia y Estatutos, los borradores de la Ejecutiva también se han impuesto por abrumadora mayoría sobre las enmiendas a la totalidad. No obstante, la clave está en las enmiendas parciales que se puedan incorporar para abrir el último redactado también a los críticos.