Corbacho no se casa del todo con C’s y mantendrá la libertad de voto al ser independiente
Celestino Corbacho ha abandonado a Manuel Valls y se ha ido con Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, pero su condición de independiente le permite la libertad de voto.
Celestino Corbacho ha abandonado a Manuel Valls y se ha ido con Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, el ex ministro del PSOE no se ha casado con la formación naranja definitivamente, ya que a pesar de estar en el grupo parlamentario de C’s, Corbacho no acatará la disciplina de voto en el hemiciclo barcelonés.
«La libertad de un independiente siempre está ahí», ha señalado en declaraciones a Efe, donde ha justificado su decisión de dejar al ex primer ministro francés Valls porque cree que tendrá más herramientas para promover iniciativas en el ámbito local bajo el paraguas de Ciudadanos, una organización estructurada y «con implantación territorial».
Y es que, ha subrayado, no tiene ningún interés en usar el altavoz que le da ser concejal del consistorio barcelonés para participar de la política catalana o española -«para eso están el Parlament y el Congreso», ha dicho-, sino que quiere centrarse en las cuestiones relacionadas con el urbanismo, que es el ámbito que más le interesa. «Mantengo un muy buen concepto de Valls, tanto a nivel personal como político», ha recalcado.
Tras la marcha de Corbacho, el grupo inicial de Barcelona pel Canvi, que obtuvo seis concejales el 26-M, quedará dividido de la siguiente forma: bajo el paraguas de la plataforma seguirán, por ahora, Manuel Valls y Eva Parera, mientras que los cuatro ediles restantes -Corbacho y tres con carné naranja- se agruparán en otro grupo con las siglas de Ciudadanos.
El divorcio entre la formación que preside Albert Rivera y Valls se consumó tras el «sí» del ex primer ministro galo a la reelección de Ada Colau, en una votación en la que los ediles de C’s se abstuvieron y el resto, incluido Corbacho, apoyaron a la candidata de Barcelona en Comú.
En este sentido, el ex ministro socialista se ha ratificado en su voto: «Lo hice convencido de que es lo que tenía que hacer porque era lo menos malo», ha sostenido, recordando que la alternativa era una alcaldía capitaneada por el republicano Ernest Maragall.
Pese a los cambios, Corbacho ha explicado que desde Ciudadanos le han expresado que mantienen su compromiso de situarle como concejal en la Diputación de Barcelona, una institución que conoce bien porque la presidió entre 2004 y 2008. Precisamente, para esta administración se perfila como presidenta la que fuera su sucesora al frente del Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, la socialista Núria Marín.
Al ser preguntado por ello, Corbacho descarta que la poca sintonía personal que mantiene con Marín pueda influir en el sentido de su voto llegada la ocasión, y subraya que su postura responderá a un juicio estrictamente «político».