Un concejal del PP en Tarrasa le canta las cuarenta a Torra: «Usted no es un ser superior»
"Vergüenza es lo que sentimos muchos catalanes que no nos sentimos representados por Usted"
"Pedimos que retire sus insultos a tantas y tantas personas que quieren convivir en paz"
«Usted no es un ser superior y debe disculparse». Es la frase que el portavoz del PP en Tarrasa (Barcelona), Alejandro Rodríguez, le dejó por escrito al presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la carta que le entregó con motivo de su visita al Ayuntamiento el pasado viernes.
Torra acudió a Tarrasa a la inauguración de unos nuevos espacios ambulatorios y terminó con la misiva en sus manos en la que el PP le recordaba sus xenófobas palabras en contra de España y los españoles.
El concejal apareció con un lazo en la solapa de su chaqueta. El símbolo no era el amarillo, que representa al independentismo y clama por la libertad de los políticos presos, sino que mostraba la bandera catalana, la señera.
«Usted decía que ‘vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario’. Nosotros le decimos que vergüenza es lo que sentimos muchos catalanes que no nos sentimos representados por Usted”, comienza la carta del portavoz del PP.
«Usted dijo que «el fascismo de los españoles que viven en Cataluña es infinitamente patético y repulsivo» y nosotros le decimos que lo único repulsivo es que en pleno siglo XXI alguien que cree en su supuesta superioridad étnica llegue a President”, añade el comunicado.
Además, le recuerdan sus palabras en las que dijo que «sobre todo, lo que sorprende es el tono, la mala educación, la pijería española, sensación de inmundicia. Horrible”. En este sentido, Rodríguez le afea su mala educación al difundir tal expresión.
«Por eso le exigimos que pida disculpas y se retracte. Que retire sus insultos a tantas y tantas personas que quieren convivir en paz. Le pedimos que deje de sembrar odio y de alentar a los CDRs”, le exigen.
Para terminar, le recuerdan que no se trata de “un ser superior” sino que es “simplemente alguien que, para ascender en política, ha decidido dar pruebas constantes de sumisión a su líder y de odio a los demás. Mientras tanto, Terrassa sigue sin recibir el dinero para sus guarderías y las listas de espera aumentan por encima de la media de Cataluña».