La Comisión 8M dice que la tala de árboles en la Comunidad de Madrid «revela su desprecio por la vida»
La Comisión 8M asegura también que la sanidad española "psiquiatriza" a las mujeres
La Comisión 8M ha publicado una declaración, bajo el título patriarcado, genocidios, privilegios, se acabó, con motivo de la manifestación que tendrá lugar en Madrid el próximo 8 de marzo por el día de la mujer. En dicho manifiesto la organización del 8M vincula la tala de árboles con el maltrato y asesinato de mujeres haciendo mención a un poema de la autora feminista Adrienne Rich. «Es necesario hablar de árboles porque sabemos quiénes quieren hacerlos desaparecer», escriben a la vez que señalan a la Comunidad de Madrid afirmando que están talando «cientos de árboles de manera gratuita e indiscriminada, con una indiferencia cruel por el pasado y por el futuro».
«Es necesario hablar de árboles. Hablar de árboles es hablar de que la sequía acecha y nuestro aire se contamina; es hablar de pobreza energética, de que las familias de la Cañada Real siguen sin luz desde hace ya cuatro años, de que la brecha entre lo rural y lo urbano se hace cada vez más insoportable, de que la especulación incontrolada con los bienes de primera necesidad nos precariza a todas y todes», explican.
En esta misma línea, la comisión feminista argumenta que «habla de árboles» porque «cuando talan árboles revelan su absoluto desprecio por la vida». Además, culpan a un sistema en el que las mujeres tienen que sobrevivir y que las «agota, enferma y asesina». Según dicen, este régimen opresivo no duda en encerrar en residencias, psiquiátricos, CIES o cárceles «a las personas que molestan, que sobran y a las que no producen ni rentan».
Para justificar toda esta crítica, la Comisión 8M responsabiliza a la Comunidad de Madrid de las muertes que se produjeron en las residencias de ancianos durante la pandemia del COVID-19. «Recordamos que en la Comunidad de Madrid 7.291 personas fueron condenadas a una muerte indigna en las residencias de la tercera edad, que María Jesús murió sola mientras trabajaba limpiando un colegio de Móstoles a 40 grados a la sombra, que Samba Martine murió encerrada en un CIE sin recibir atención médica, que en España se suicidan 11 personas al día. Se acabó», denuncian.
«Hablar de árboles es reivindicar el derecho universal a la belleza, a una existencia plena y disfrutona, a la salud, la felicidad y el deseo. El derecho a maternar sin temor, a crecer sin temor, a envejecer sin temor; a respetarnos, cuidarnos y querernos», aseguran.
No sólo eso, sino que también apuntan al sistema de salud español alegando que quieren recuperar una sanidad pública y universal que las cuide en lugar de «psiquiatrizarlas». Una sanidad, dicen, donde puedan abortar «sin acoso ni cuestionamientos, sin trabas ni prejuicios, con o sin papeles».
Asimismo, desde la Comisión 8M recuerdan a las mujeres de otros países, en especial de aquellos donde, según esta organización, gobierna «la ultraderecha». «Abrazamos a nuestras compañeras argentinas, que se enfrentan a una escalada de retrocesos y a una política homicida», afirman, haciendo referencia explícita al Gobierno de Javier Milei.
«Las ideologías de la extrema derecha amenazan nuestras vidas y libertades en todo el mundo. La Unión Europea acaba de aprobar un pacto sobre migración y asilo que impone aún más obstáculos para acceder al procedimiento de asilo y conlleva la vulneración de los derechos humanos, especialmente de las mujeres y las infancias», manifiestan.
Por último, la Comisión 8M exige que se deroguen varias leyes estatales porque creen que impiden «el ejercicio de sus derechos». Así, piden derogación «inmediata» de la Ley Mordaza «que criminaliza el derecho a la protesta y castiga especialmente a las prostitutas». También solicitan la regularización de las personas migrantes en España bajo el lema «papeles para todas o todas sin papeles» y exigen la derogación de la Ley de Extranjería. Sobre esta última argumentan que permite «la explotación de cientos de miles de mujeres en trabajos invisibilizados y mal pagados».
«Las feministas decimos: se acabó el colonialismo militarizado, racista y genocida. Junto a las mujeres palestinas y a todas las que trabajan activamente por la paz y la justicia y que luchan contra las acciones de sus gobiernos en Israel, en Estados Unidos y en todos los países, exigimos que cese inmediatamente el castigo colectivo contra la población palestina», zanjan.