Las comisarías de Marlaska son una ruina: el vídeo de los policías con los pies bajo el agua
La antigüedad media de las comisarías de Marlaska es de 45 años


Las lluvias hacen aflorar estado ruinoso de las comisarías de Grande-Marlaska. En este vídeo de La Línea de la Concepción (Cádiz) los agentes de la Policía Nacional se mueven y trabajan en una comisaría inundada con un palmo de agua. Es el resultado de la deficiencias que sufren gran parte de las más de 200 dependencias policiales desde hace años, sin que el ministerio de Marlaska solucione los problemas de las comisarías.
El promedio de antigüedad de las comisarías de La Policía Nacional es de 45 años y las 214 dependencias policiales de toda España tienen en común problemas de goteras, humedades, falta de calefacción y hasta carcoma. La inundación que sufre la comisaría de La Línea es un ejemplo más de las deficiencias que sufren miles de funcionarios que trabajan en las comisarías que dependen del ministerio de Fernando Grande-Marlaska.
En el caso de La Línea, los agentes que sufren el problema van más allá: «La comisaría de La Línea siempre ha sido víctima de la dejadez, como ocurre en otras comisarías de Marlaska. Los calabozos de la comisaría siempre se inundan, es un año tras otro, hasta tuvieron que llevarse los perros de la comisaría, con lo necesarios que son para la lucha contra el narco». Los mismos ocurre con la comisaría de Ceuta, como se aprecia en la imagen.
No hay dinero para las comisarías
De vuelta a La Línea, los policías afectados denuncia más problemas en la comisaría, además de las inundaciones: «Aires acondicionados que no funcionan, climatización inexistente, cerramientos averiados, las oficinas del NIE en mal estado. Siempre se amparan en que no hay dinero del ministerio de Marlaska para las comisarías, aunque tampoco hicieron gran cosa sus predecesores».
Desde la Unión Federal de Policía (UFP) respaldan el relato de sus compañeros y advierten que las nuevas comisarías diseñadas no resuelven el problema: «Hay un proyecto para la nueva comisaría de La Línea que no se llega a construir nunca y la sitúa en un lugar que es absolutamente inoperativo para los policías porque favorece que nos controlen los narcos, que vean nuestros vehículos, todo en una comisaría mal comunicada con malas salidas a carreteras que nos impedirán actuar con rapidez».
Todos los sindicatos policiales coinciden en criticar la inacción de la Dirección General de Policía (DGP) y del ministerio de Marlaska ante la necesidades urgentes de las comisarías de la Policía Nacional. Añaden, que la respuesta habitual es «parchear» los problemas en vez de escuchar las demandas de los agentes para mejorar las condiciones laborales de los agentes, pero también de los usuarios.
Comisarías obsoletas
La persistencia de problemas en estos edificios obsoletos que no están diseñados para el trabajo policial, entorpece el trabajo de los policías, se convierten en potenciales riesgos laborales y dan un penoso servicio al ciudadano. El uso intensivo de los inmuebles y el mobiliario viejo e inapropiado tampoco ayuda.
Los problemas con las deficientes instalaciones eléctricas son más habituales en los edificios más antiguos, pero los nuevos no se libran de diseños impropios para una comisaría, con grandes ventanales que exponen la identidad de los funcionarios al público o funcionan como lupas con el sol.
Respecto a los equipamientos, la mayoría de las dependencias policiales carecen de vestuarios o baños dignos que no se caigan a trozos o estén plagados de desperfectos. La adaptación de las instalaciones para las agentes de sexo femenino no cumplen las mínimas expectativas de higiene y la iluminación es deficiente en gran parte de las comisarías de la Policía Nacional.