El código ético de Podemos contempla la expulsión por conductas como la de Montero con su escolta
Una ex empleada de Podemos demandó al partido por el trato "discriminatorio" de Irene Montero
Una escolta denuncia que Irene Montero le obligaba a hacer de recadera, mecánica y chófer de la familia
El trato laboral «discriminatorio» dispensado por Irene Montero a una escolta contratada por Podemos -según la demanda interpuesta por la ex trabajadora y revelada en exclusiva por OKDIARIO- supondría una «infracción muy grave» de acuerdo al Código Ético del partido. Una conducta castigada incluso con la expulsión.
Entre otros compromisos que deben firmar los miembros de Podemos se recoge la obligación «por parte de los cargos públicos designados por Podemos de dar un trato humano y digno a la ciudadanía». Algo que, siempre según consta en la demanda, Montero no habría respetado. Asimismo, los cargos deben «rechazar comportamientos autoritarios» hacia las personas que estén bajo su responsabilidad.
La trabajadora denunció que Irene Montero, número dos del partido, la obligaba «de manera recurrente», y fuera de horario, a hacer de recadera para ella y sus hijos, llevar y traer amigos y familiares hasta el casoplón de Galapagar o encargarse del mantenimiento de la vivienda y la mecánica de los vehículos particulares de la pareja.
Además, Montero le encomendaba tareas personales, como adquirir productos de parafarmacia y droguería para bebés o hacer la compra en el supermercado, llevarle la cena a casa desde Madrid o, incluso, «comprar comida para los perros». También le pedía que adelantase el comienzo de su jornada laboral para «calentar el habitáculo del coche» que la dirigente podemita utilizaba para sus desplazamientos.
Funciones, todas ellas, que excederían las encomendadas por su contrato como «escolta personal en exclusiva» de Pablo Iglesias «tanto de la agenda oficial como de la personal». La escolta pasó después a estar a disposición de Montero, un puesto en el que estuvo dos años.
La ex empleada considera que prescindieron de ella tras quejarse por el trato «discriminatorio» recibido por parte de Irene Montero. En la demanda, destaca además que las órdenes no respetaban «los derechos básicos y condiciones» mínimas que «deben regir una relación laboral» y que se le impidió «su descanso obligatorio entre jornada y jornada». Según denuncia, en ocasiones se veía obligada a dormir sólo «cuatro horas» antes de «hacer viajes de larga distancia conduciendo». El exceso de horas trabajadas nunca fue abonado. La denunciante contó su situación en uno de los grupos de Telegram del partido, ‘Primos Lejanos’, y la queja llegó a oídos de Irene Montero, lo que, considera, provocó su despido.
«Clima laboral de respeto»
El Código Ético de Podemos va más allá. No sólo obliga a los cargos podemitas a respetar escrupulosamente la ley sino que avisa: «Todo cargo público de Podemos tiene el deber y la obligación de denunciar a la Justicia las ilegalidades que se encuentre durante el ejercicio de su cargo».
En el último punto señala, además, que los miembros de Podemos «que tengan responsabilidades laborales» deberán «trabajar para garantizar el respeto de los derechos de las personas que están bajo su responsabilidad». Para ello, se dice, deberán evitar «situaciones de discriminación», fomentar la igualdad y promover «un clima laboral de respeto».
«El incumplimiento de los principios rectores recogidos en el Código Ético aprobado será considerado como infracción muy grave», se avisa en el reglamento que deben firmar los cargos, públicos e internos, de Podemos.
Esos cargos, según concluye el documento, deben suscribir el compromiso «en libertad, entendiendo todos y cada uno de los puntos que aquí se señalan y asumiendo su defensa como la mejor garantía para la construcción de una sociedad más justa en la que todas las personas seamos más libres».
Sanciones
El régimen sancionador de Podemos viene recogido en el Reglamento de la Comisión de Garantías, el tribunal interno que dirime sobre los conflictos en el partido.
En el caso de infracciones muy graves, el órgano obliga a abrir un expediente, que será asumido por la propia Comisión de Garantías para su instrucción y resolución. En ese caso, se debería nombrar un instructor y la persona afectada podría realizar las alegaciones pertinentes.
Las personas que «resulten autoras de los hechos o las conductas que contradigan lo dispuesto en el Código Ético» -así como otros documentos, reglamentos y protocolos de Podemos- serán sancionadas con alguna de las siguientes medidas: desde un apercibimiento escrito, a una sanción económica, la suspensión temporal de afiliación, la inhabilitación temporal «por un periodo no superior a cuatro años» o, incluso, la «expulsión de Podemos».