Cinco ertzainas impiden a golpes que un periodista de OKDIARIO pregunte a Iceta: «Tú no eres prensa libre»
El reportero de OKDIARIO Cake Minuesa ha sido víctima de una sorprendente y desproporcionada actuación policial al verse acorralado, golpeado y empujado por hasta cinco agentes de la Ertzaintza para evitar que pudiese preguntar al ministro Miquel Iceta por el traspaso de las competencias de Prisiones que se firmó este lunes en Bilbao entre el Gobierno socialcomunista y el PNV.
CiudadanOK se encontraba en la capital vasca para cubrir la firma de esta cesión en Bilbao. Allí se habían concentrado varios ciudadanos para protestar contra esta medida, «un punto más para la ETA», en palabras de alguno de los manifestantes, que aguardaban la llegada del ministro Iceta para su reunión con Josu Erkoreka. Y fue justo en la llegada del socialista cuando, al acercarse el reportero junto al cámara para trasladarle las preguntas y buscar una declaración del dirigente, una nube de hasta cinco ertzainas y dos guardaespaldas ataviados con traje la emprenden a golpes y empujones para evitar las preguntas.
Como se observa en el vídeo, la reacción de los agentes es expeditiva. Justo cuando el reportero acababa de pronunciar dos palabras, «señor Iceta…», la cámara recoge nítidamente cómo dos guardaespaldas agarran al periodista y se lo llevan hacia el lugar donde se encuentran dos agentes de la Policía autonómica vasca. Sin mediar palabra alguna, y mientras CiudadanOK pregunta «qué pasa, soy prensa», la nube de ertzainas le rodea y se lo lleva a empujones. Según lo van empujando, ahora sí, un agente justifica su actuación en que «la prensa tiene su lugar para estar, no para meterse en medio y venir a provocar».
Los agentes se llevan al reportero hasta el final de la manzana y doblan la calle, mostrando sus porras y con actitud amenazante hacia el periodista, a quien incluso le dicen: «Ya sabemos quién eres». Otro agente le espeta que «yo no tengo ningún problema con la prensa libre, pero sí contigo», y otro eleva el tono: «¿Estás empezando a rebelarte?». Se escuchan sonidos de golpes mientras siguen empujando al reportero y cuando, tras otro empujón, éste le pregunta a un agente: «Pero, ¿me quieres dejar?», la respuesta es un lacónico «no».
Siempre ante la atenta mirada de la cámara, un agente le exige la documentación al periodista y cuando éste le dice que «usted me ha dado un rodillazo», el ertzaina no hace sino asentir: «Seguramente».
Justo antes de este episodio, la Ertzaintza vigilaba la concentración de ciudadanos que lamentan esta cesión al Gobierno vasco de Prisiones, de modo que el PNV tendrá el control sobre los beneficios penitenciarios a los terroristas etarras que se encuentren en sus cárceles. «Ahora tenemos que soportar que los presos vengan aquí, hoy gana la ETA, señor Iceta, esto es un punto más para la ETA», lamenta uno de los manifestantes.
El portavoz de los manifestantes, Juan de Dios Dávila, víctima del terrorismo, denuncia que con este acuerdo «el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista han consumado hoy su traición. Es una traición a los asesinados, a sus familias, a los miles de víctimas de la banda criminal».
«Lo firmado es el precio político por dejar de matar»
CiudadanOK charló también con Nico Gutiérrez, representante de Vox en Vizcaya, para el que «lo que ha firmado el Gobierno socialista es el precio político al cese de asesinatos de ETA. Es un día para la historia negra de España; que dejar de asesinar tenga un beneficio político es algo dramático. Hoy parece que matar a toda esa gente, a los más de 800 que mató ETA, está bien».
En opinión de Gutiérrez, la firma de este acuerdo se orquestó «sin ruido» con toda la intención, «porque si lo hicieran con ruido y la gente pensara lo que significan realmente estas transferencias, serían unos revolucionarios», en referencia a los terroristas. En su opinión, «el único partido que se está comportando como un régimen totalitario, como una auténtica extrema derecha, es el Partido Nacionalista Vasco, que se dedica a que otros hagan el trabajo sucio y ellos recogen las nueces».
Gutiérrez se fija en que «hay un dato que es muy significativo: hoy, los familiares de presos etarras, el colectivo Etxerat, está encantado de esta firma, hoy estarán celebrando con champán que por fin el Partido Socialista ha trasladado al Partido Nacionalista Vasco unas posibilidades de gestionar la política penitenciaria para que estos etarras, estos asesinos, estos desgraciados, salgan pronto a la calle».
Por último, Gutiérrez lamenta que «a mí me parece hasta una vergüenza que el PSOE se diga Partido Socialista Obrero Español, yo creo que tendrían que haber cambiado de nombre. Hoy en día es un instrumento de poder, lo hemos visto en las últimas elecciones, y han perdido cualquier idea de lo que es España como país. Es un partido que sólo gestiona para seguir sobreviviendo, es una vergüenza sin paliativos».
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