El cierre de pasos fronterizos en Francia dispara el cruce de inmigrantes ilegales por los Pirineos

Desde que empezó el año y hasta el pasado 15 de marzo han llegado a Canarias 2.580 inmigrantes ilegales por mar. El total de las personas que han llegado de forma irregular en 2021 a toda España es de 4.678. Un alto porcentaje de estas personas pretenden seguir camino desde España a otros países de Europa. Es obvia la deceleración en el ritmo de llegadas que propició la ola migratoria de hace unos meses, sobre todo el archipiélago.

Pero pese a la reducción de la cifra las circunstancias en las que se encuentra España y el resto de Europa están provocando un ‘tapón’ fácilmente constatable en pequeñas localidades fronterizas. Ha ocurrido en los pueblos del sur de Gran Canaria, punto de llegada de la inmigración ilegal, y está sucediendo en Irún, lugar de paso peatonal habitual entre España y Francia. De hecho, OKDIARIO ha tenido acceso a una información en la que a través de datos e imágenes queda constatado el aumento de presencia de este tipo de personas en la localidad vasca y en cómo están recibiendo apoyo logístico por parte de varias organizaciones para burlar el cerrojazo que desde hace unas semanas el país galo ha impuesto entre su territorio y el de nuestro país.

Las autoridades francesas decidieron ya hace varias semanas proceder al cierre de decenas de pasos fronterizos a lo largo de la frontera natural con España que transcurre a través de los Pirineos. Tanto es así que los dos últimos pasos que permanecían operativos era el de la Junquera y el paso peatonal de Irún, este último un paso vigilado destinado al tránsito de personas que residen en Francia y pasan a España por motivos laborales o comerciales y viceversa con ciudadanos españoles.

C0mo ya contó OKDIARIO ese paso tuvo que aumentar su vigilancia ante el goteo constante de personas inmigrantes ilegales que estaban llegando a Francia desde España. Hace unos días Francia dijo basta y acabó cerrando el paso por completo, lo que provocó que poco a poco las calles de la localidad de Irún registraran un aumento considerable de personas que no podían ni pasar a Francia ni deshacer su camino: se trata de inmigrantes ilegales llegados por mar a Canarias. Así que la pregunta es obvia: ¿Cómo un inmigrante ilegal subsahariano sabe que tiene que dirigirse a Irún? Ahí entra en juego la logística detectada por las fuentes consultadas por OKDIARIO.

Abertzales en Canarias

«En Canarias, concretamente en Las Palmas, se han detectado labores de amparo y asesoramiento de organizaciones y personas ligadas a la izquierda abertzale y que tienen conexiones con organizaciones del mismo carácter político que han identificado Irún y alrededores como lugar vulnerable fronterizo», afirman las fuentes consultadas.

Uno de los itinerarios detectados consiste en la compra de billetes de avión en Canarias, su llegada hasta Sevilla, y el tránsito de la Ruta de la Plata que lleva a estos inmigrantes ilegales a través de Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Cantabria, para una vez en el norte, poder llegar hasta el País Vasco y de allí a la frontera con Francia. «Es una ruta que requiere de apoyo y asesoramiento, y eso se demuestra cuando ya se encuentran en el norte del país. Algunos acaban en Irún y otros llegan hasta Navarra, concretamente a Bera, otro de los lugares con la frontera francesa a tiro de piedra», afirman las fuentes consultadas por este periódico.

Pero una cosa es saber dónde hay un paso fronterizo y otra es saber atravesarlo, y ahí entran en juego las organizaciones de ideología abertzale instaladas en País Vasco, Navarra y territorios franceses.

En el caso de Irún el paso ilegal de personas sigue produciéndose a través de aguadores que desde cada lado de la frontera dan luz verde a sus homónimos en el lado contrario para que los inmigrantes puedan cruzar. En lugares donde no hay pasos como tal la ayuda llega en forma de guía que desde Navarra o País Vasco conducen a los inmigrantes ilegales hasta suelo francés y una vez allí son recogidos para seguir trayecto hasta las primeras localidades francesas.

Francia ya ha tomado nota de la decisión y no descarta recurrir a fuerzas militares de manera disuasoria para vigilar sus fronteras. Lo que este periódico ha podido confirmar es que ya son varias las devoluciones que se han producido ‘en caliente’ nada más detectar inmigrantes ilegales en su territorio tratando de llegar a pie a Francia. Al contrario de lo que puedan decir desde estas organizaciones Francia se está conduciendo por un criterio de estricta seguridad. En respuesta parlamentaria el Ministerio del Interior reconoció la llegada de elementos radicales vinculados a grupo terroristas entre las mayores oleadas de inmigración ilegal. Y ese es el problema de dar apoyo clandestino a este tipo de flujos migratorios, que la seguridad pasa a un segundo plano.