La cepa británica se dispara pese a las predicciones de Simón: ya es la predominante en Galicia
La cepa británica del coronavirus, hasta un 70% más transmisible y con efectos más graves -y letales- para la salud, sigue extendiéndose por España. En las últimas semanas se ha disparado su circulación, pese a que hace menos de un mes el experto de cabecera del Gobierno para la pandemia, Fernando Simón, calificase su impacto epidemiológico en España de «marginal». El último informe publicado por el Ministerio de Sanidad sobre esta variante enciende todas las alarmas: ya es predominante en las pruebas PCR analizadas en Galicia. Y sigue creciendo en el resto del país.
La cepa británica ya es una realidad, y es cada vez más preocupante para los epidemiólogos. Así lo reconoce el documento oficial «Actualización de la situación epidemiológica de la variante B.1.1.7 de SARS-CoV-2 y otras variantes de interés», elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. El organismo que dirige Fernando Simón ha dado un giro de 180 grados en menos de un mes, pasando de considerar esta variante como «marginal» a considerarla una amenaza ostensible.
De todos los datos que contiene dicho informe, publicado por Sanidad este viernes, hay uno especialmente reseñable: «La prevalencia estimada a través del marcador (fallo en la detección del gen S) en la semana 4 de 2021 se sitúa en un 20.3% en Baleares, un 0.4% en Castilla La Mancha, un 53,3% en Galicia o un 4% en País Vasco». Es decir, que en Galicia ya se ha detectado en más de la mitad de las pruebas diagnósticas analizadas en laboratorio. Ya ha alcanzado el nivel de predominante frente a otras cepas.
El método de detección se basa en un fallo de las pruebas PCR comerciales que se utilizan actualmente. Esos test detectan varios genes propios del coronavirus, pero en el caso de la cepa británica, las mutaciones han ‘atacado’ al ‘Gen S’, denominado gen de la proteína de la espícula. Si un test PCR da positivo en varios de los genes del coronavirus, pero negativo en ese indicador del ‘gen S’, es un síntoma claro de la presencia de la cepa británica. Y eso es lo que en Galicia ha ocurrido en el 53% de los casos analizados de la última semana de enero.
Más infeccioso y letal
«Hay datos disponibles de algunas autonomías de evolución de las muestras en las que falla la detección del gen S en las últimas semanas que reflejan la expansión de la variante en dichas comunidades. Se trata todavía de datos preliminares, pero estos datos indicarían una correlación entre el marcador y la variante en estas comunidades cada vez más evidente», insiste el informe del CCAES.
El informe reconoce también que se sospecha que esta variante conlleva una mayor gravedad de síntomas y puede provocar un aumento de la incidencia y la letalidad. Sin embargo, asegura que no tendrá influencia sobre la efectividad de las vacunas: «Los estudios sobre la eficacia de las vacunas disponibles ante la variante B.1.1.7. realizados en laboratorios realizados hasta la fecha indican que es muy poco probable que la variante B.1.1.7 pueda escapar a la protección conferida por las vacunas actualmente en uso».
Iba a ser «marginal»
Fernando Simón aseguró que ese impacto sería «marginal». Sin embargo, sólo ocho días después ya consideró que la variante de origen inglés podría llegar a ser la dominante en nuestro país en el mes de marzo. Los hallazgos de la última semana podrían incluso acelerar ese plazo.
El ex ministro de Sanidad Salvador Illa señaló también a mediados de enero que la nueva cepa es responsable de, al menos, un 5% de los casos, pero que dentro de «seis u ocho semanas» podría tener una «prevalencia dominante». Sólo Madrid admitió hace semanas que la circulación de la variante británica ya estaba notándose con fuerza en su red hospitalaria. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, advirtió que la presencia llegaba al 33% en algunos centros de salud madrileños.
Aviso de la UE a Sánchez
La pasada semana fue la Unión Europea quien dio la voz de alarma ante el escenario que dibujan las nuevas cepas. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha emitido un informe en el que advierte de que los retrasos en la vacunación reducirán sustancialmente el efecto de la inmunidad ante la mayor mortalidad que pueden provocar las mutaciones. El documento avisa también sobre los riesgos de relajar las medidas de prevención del virus en los próximos meses si la vacuna no se administra según el calendario previsto.
Los investigadores del centro europeo de referencia para el coronavirus concluyen que «si una cepa con una transmisibilidad aumentada del 70%» -como es el caso de la británica-«reemplaza las cepas que anteriormente circulaban en la UE a finales de febrero de 2021, las medidas no farmacéuticas actuales no serán suficientes para prevenir un aumento sustancial de la mortalidad, incluso cuando se están implementando las vacunas».
De hecho, las previsiones de mortalidad en caso de que la campaña de vacunación sufra retrasos y la cepa británica se convierta en mayoritaria -como parece estar ocurriendo- son muy alarmantes: podrían disparar la letalidad del coronavirus hasta los 2 fallecidos diarios por cada 100.000 habitantes en el horizonte del próximo junio. Es decir, cerca de 1.000 muertos al día en un país de 47 millones de habitantes como España.