Celaá tuvo 2 meses para actualizar su declaración tras la compra de la mansión de Neguri y no lo hizo

La portavoz del Gobierno ha afirmado este miércoles en el Congreso que realizó su declaración oficial de bienes "a la toma de posesión"

Asegura que la actualizará cuando deje el cargo, pese a que Batet dijo que ya lo había hecho

La declaración no recoge una vivienda de lujo en Guecho, adquirida en julio

OKDIARIO descubre otra casa que Celaá ocultó en su declaración oficial: 2 millones y 300 m2 en Neguri

Isabel Celaá, portavoz del Gobierno.
Isabel Celaá, portavoz del Gobierno.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, ha afirmado este miércoles en el Congreso que realizó su declaración oficial de bienes «a la toma de posesión», como «marca la ley» y «con todo rigor». Celaá ha asegurado en sede parlamentaria que no ha actualizado su declaración de bienes y que lo hará cuando deje el cargo. La semana pasada dijo todo lo contrario la titular de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, de cuyo departamento depende la Oficina de Conflictos de Intereses encargada de las declaraciones de bienes y patrimonio de los altos cargos. Según Batet, Celaá sí ha actualizado esa declaración para incluir las nuevas propiedades, reveladas por OKDIARIO.

Celaá trataba así de salir al paso de por qué su declaración oficial de bienes -publicada el pasado 29 de septiembre en el Boletín Oficial del Estado (BOE)- no recogió la compra de un piso de lujo en Casa Tangora, un histórico palacete en Neguri, el barrio más exclusivo de Guecho (Vizcaya), como reveló OKDIARIO: dos viviendas unidas en una con una superficie de más de 310 metros cuadrados, a escasos metros de la selecta Playa de Ereaga.

No obstante, las explicaciones de la portavoz no se sostienen. Celaá da a entender que, en el momento en que rellenó esa declaración, en junio, no había realizado esa compra, y, en consecuencia, no tenía por qué computarla en su declaración oficial.

Celaá rellenó su declaración en junio. La compra se realizó en julio. Y la declaración se publicó en septiembre. Tuvo dos meses para actualizarla

La ‘excusa’ de la ministra es que rellenó esa declaración «a 8 de junio» -como así aseguró Batet la pasada semana- y que fue esa declaración la que luego se publicó, el 29 de septiembre. La compra de la vivienda se hizo efectiva el 30 de julio.

La ley del Alto Cargo -que regula la publicación de las declaraciones de bienes en la Administración General del Estado- establece que los cargos deberán presentar las declaraciones de bienes y derechos patrimoniales «en el plazo improrrogable de tres meses desde su toma de posesión y cese, respectivamente». Celaá, según su versión, rellenó el modelo de declaración con fecha 8 de junio -tomó posesión el 11- y es por ello, argumenta, que no recogió la compra de Casa Tangora. Por entonces, la compra no se había realizado, es cierto.

Dos meses para actualizar su declaración

Sin embargo, desde que la compra se hizo efectiva, hasta que la declaración se publicó, el 29 de septiembre, la portavoz tuvo tiempo de sobra para actualizarla, de forma que la declaración oficial computase fielmente sus propiedades reales. En concreto, Celaá tuvo dos meses para actualizar esa declaración, e incluir la nueva compra. La vocación de transparencia queda, pues, en entredicho.

No hay excusa tampoco en que no pudiese hacerlo. Los ministros cumplimentaron su declaración en distintos días, sí, pero en algunos casos, como el de la titular de Industria, Reyes Maroto, en fecha incluso posterior al día en que Celaá compró su piso de lujo. Así lo demuestra el modelo, escrito a mano, de la propia Maroto. Su declaración está firmada el 21 de agosto. Es decir, casi un mes después de que Celaá comprase su nueva vivienda de Neguri.

OKDIARIO publicó el pasado 17 de octubre que Celaá ocultaba en su declaración oficial de bienes un inmueble de lujo en Neguri (Guecho).

Antes, este periódico había revelado otras irregularidades en esa declaración, como que la portavoz del Gobierno computase con apenas 195.000 euros sus múltiples propiedades: un chalé de lujo en Berango de 700 metros cuadrados con parcela de 4.500 metros cuadrados, un piso compartido con sus dos hermanos en pleno centro de Bilbao a escasos metros de la Plaza de Toros de Vistalegre, un caserío familiar con 11 hectáreas en Álava y una finca compartida de 17.000 metros cuadrados junto al chalé de Berango.

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Celaá, como informó OKDIARIO, se sirvió además de una treta para incluir como valor total de la mansión el de 0 euros: que el catastro aún no había valorado los bienes por proceder de remodelaciones de fincas (la unión de dos viviendas).

Batet contradice a Celaá

Seis días después de la exclusiva, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, explicó en el Senado que la portavoz había actualizado su declaración de bienes. A petición de OKDIARIO, fuentes del ministerio rechazaron hacer pública esa nueva declaración, argumentando que la ley solo indica que ésta se publicará una vez los cargos dejen su puesto. Desde el departamento explicaron también que la ley no contempla ir publicando cada actualización de bienes que se produzca, como sí ocurre, por ejemplo, con las declaraciones de los diputados.

La ley del Alto Cargo indica que «la situación patrimonial de los altos cargos será examinada por la Oficina de Conflictos de Intereses al finalizar su mandato para verificar los siguientes extremos: el adecuado cumplimiento de las obligaciones reguladas en esta ley; y la existencia de indicios de enriquecimiento injustificado teniendo en consideración los ingresos percibidos a lo largo de su mandato y la evolución de su situación patrimonial». No obstante, esta Oficina dispone también de capacidad para actuar de oficio ante sospechas de irregularidades, algo que podría haber sucedido en el caso de Celaá.

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