Cayetana reta al PP: dice que su sanción «impugna el ideario» del partido y no se da por enterada
La diputada del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, ha remitido una carta al secretario general del Grupo Parlamentario Popular, Guillermo Mariscal, en la que responde al expediente abierto contra ella por vulnerar la disciplina de voto en la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional. Según Álvarez de Toledo -que reveló que había votado en blanco- sancionarla «sería tanto como sancionar la defensa de los principios y la coherencia ideológica del Partido Popular».
«Estoy segura de que la dirección del Grupo convendrá conmigo», dice la diputada, en que «no procede por su parte ninguna actuación». «Daré su amable carta por no recibida», advierte en alusión a la misiva en la que se le comunicaba que disponía de diez días para presentar alegaciones.
Según Álvarez de Toledo, la apertura del expediente «vulnera los procedimientos legales, incumple los Estatutos del Grupo, socava la autonomía del diputado, frustra la regeneración democrática e impugna el ideario del Partido Popular».
«Cuando sólo queda la disciplina, la deliberación se evapora. Cuando la autonomía, iniciativa y personalidad del parlamentario se castigan, la dependencia, la sumisión y la mediocridad proliferan», prosigue, muy crítica, la diputada, que añade que «si la cúpula lo decide todo y lo dicta todo, si las posiciones de la dirección son las únicas no ya pertinentes sino conocidas, si el diputado deja de tener cualquier responsabilidad, se convierte, a ojos de muchos ciudadanos, en perfectamente prescindible: involuntario protagonista de una triste variante del colectivismo».
Alega, asimismo, que «no se puede imponer una sanción en razón de una norma secreta», en alusión a los estatutos del Grupo Parlamentario Popular, que no son públicos. «El procedimiento del que me informa en su carta ni siquiera se ajusta al que regulan los Estatutos que me fueron entregados, lo que anula de raíz cualquier acción sancionadora», considera Álvarez de Toledo.
La diputada recuerda que el programa electoral del PP en las últimas generales de 2019 se comprometía a reforzar la «independencia del Poder Judicial». «Es necesario potenciar los mecanismos de transparencia y dotar de nuevos instrumentos de control al Parlamento para evitar la degradación institucional de nuestra democracia», sigue Álvarez de Toledo, advirtiendo que «era esencial rehuir nombramientos con vinculaciones partidistas flagrantes» y «evitar una operación de intercambio de cromos». «No fue, por tanto, mi voto en blanco el que contradijo la línea política del partido. Lo que contradijo la línea política del partido fue el voto a favor», destaca.
Por ello, concluye que «se trata de un procedimiento nulo». «Sancionarme sería tanto como vulnerar el principio jurídico y constitucional de la publicidad de las normas, la legalidad del procedimiento sancionador y el compromiso con la transparencia asumido por el PP», dice la ex portavoz parlamentaria del PP, que acusa además al Grupo de una «aplicación arbitraria» de las normas.
En su carta, la diputada recuerda además que el voto es «personal e indelegable» de los diputados, según la Constitución y la estructura «democrática» de los partidos.
El Grupo Popular decidió abrir expediente a Álvarez de Toledo tras revelar, en una entrevista en El Mundo, que había votado en blanco durante el nombramiento de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional pactado entre el Partido Popular y el Gobierno. Según el partido, este hecho supondría una infracción «grave», lo que acarrea una sanción de hasta 700 euros. Génova, por su parte, decidió no abrir expediente sancionador y derivó las posibles sanciones a la decisión del grupo.