El catalán que colgó la bandera española en su ayuntamiento: «Los Mossos me han acosado y denunciado»
Un vecino de Balsareny (Barcelona) de 40 años, Raúl M.P., se ha sentido perseguido y acosado por los Mossos d’Esquadra tras protagonizar un gesto insólito que se ha hecho viral: trepó por la fachada de su Ayuntamiento para colgar la bandera española que el alcalde se había negado a colocar en el balcón.
«Los catalanes que estamos orgullosos de ser españoles no nos sentimos representados por mi Ayuntamiento», explica Raúl, «los independentistas del PDeCAT y ERC están en la oposición. Pero gobierna una marca blanca de Ada Colau, Gent de Balsareny, que ha engañado a los votantes en las elecciones: se hicieron pasar por constitucionalistas, pero en realidad son comunistas».
Ocurrió dos días después de los atentados de Las Ramblas y Cambrils. Aunque el alcalde podemita Albert Neiro se resistía, Raúl y otros vecinos le convencieron para celebrar un minuto de silencio en memoria de las víctimas. «Hablé con el alcalde y le dije que había que poner las banderas a media asta, y que en el balcón faltaba la española, pero se negó a colocarla», afirma Raúl.
«Así que por la tarde nos juntamos en casa varios amigos», añade, «e hicimos una bandera artesanal, con un crespón negro. Fuimos al río a buscar una caña para usarla como asta, y por la noche la colgamos en el Ayuntamiento». El vídeo en el que Raúl aparece trepando desde el capó de su coche hasta el balcón del Consistorio, para colocar la bandera de España, se ha hecho viral en las redes sociales.
«La ANC ya hace listas negras»
Apenas 15 horas después, el alcalde podemita Albert Neiro ordenó retirarla de nuevo. Los problemas de Raúl comenzaron poco después, en la noche del 10 de septiembre, cuando los independentistas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) organizaron una marcha nocturna de antorchas en numerosas poblaciones catalanas. También en Balsareny, una población de 3.500 habitantes situada en el corazón de Cataluña.
«Esa noche salimos con unos amigos y nuestros hijos, no teníamos intención de boicotear nada, íbamos a tomar algo en una terraza. Pero se ve que la ANC ya ha comenzado a elaborar listas negras y había facilitado nuestra identidad a los Mossos», señala.
Cuando Raúl recorría las calles de Balsareny con sus amigos, les abordó un coche camuflado de los Mossos. Dos agentes se apearon y les obligaron a identificarse. «Como mis compañeros se pusieron nerviosos, uno de los agentes avisó por el pinganillo y en un momento nos vimos rodeados por cuatro coches patrulla», explica Raúl, «también vino de paisano un vecino de Balsareny que es mosso, y que siempre me reconoce con aires chulescos que es separatista».
Tras mantenerles retenidos durante casi 20 minutos, los Mossos les permitieron seguir su camino, pero les prohibieron expresamente acercarse a las dos plazas del pueblo en las que se iban a concentrar los independentistas de la ANC.
«Como si fuéramos terroristas»
«Seguimos caminando, con un coche patrulla que nos seguía en todo momento a 50 metros de distancia», dice Raúl, «cuando nos encontrábamos a dos calles de una de las plazas que nos habían prohibido pisar, apareció un furgón de antidisturbios de los Mossos. Se bajaron siete u ocho agentes y se dirigieron a nosotros en formación, para que nos desperdigáramos. Nos trataron como si fuéramos terroristas. Éramos siete personas incluyendo a nuestros hijos, tres niños, entre ellos una pequeña de 18 meses».
Raúl resume así su experiencia: «Los Mossos nos persiguen a los constitucionalistas, a los que defendemos la unidad de España, mientras protegen a los independentistas que estaban celebrando el golpe de Estado en nuestro propio pueblo».
Volvió a ocurrirle aquella misma noche: «Unos amigos de Vox me llamaron para ir a Barcelona a rendir homenaje ante la estatua de Rafael Casanova, que fue un patriota español. Los independentistas acababan de dejar unas banderas esteladas ante la estatua, nosotros queríamos depositar una corona de flores con una bandera española, pero los Mossos no nos dejaron ni acercarnos».
A la mañana siguiente, Raúl recibió una llamada en su casa: los Mossos le habían denunciado por los hechos de la noche anterior en las calles de Balsareny y debía acudir a declarar en la Comisaría de Manresa. «Como he explicado todo lo ocurrido en mi cuenta de Facebook, un empresario español que vive en Suiza se puso en contacto conmigo para ponerme dos abogados. Me dice que gestos como el que hice con la bandera son mejores que cualquier política, porque hacen que la gente se levante de sus asientos».
«Un régimen totalitario»
Ya en Comisaría, Raúl se acogió a su derecho a no declarar porque los Mossos se negaron a facilitarle la denuncia: sólo le comunicaron que está acusado de insultarles y de intentar boicotear una manifestación catalanista». A otra de sus compañeras, la han denunciado por grabar el incidente de Balsareny con el teléfono móvil, a pesar de que los agentes utilizaron inhibidores para impedirlo.
Asesorado por sus abogados, Raúl se está planteando presentar ahora una denuncia contra los Mossos y contra determinados medios de comunicación que hacen «el trabajo sucio» a los independentistas. «He recibido cientos de mensajes de apoyo en Facebook», afirma, «pero vivo en tierra hostil y me están machacando, es desesperante. Siguen la consigna de la CUP y Arran que, como hacían los nazis, llaman a señalar a quienes defendemos la Constitución. En Cataluña vivimos un régimen totalitario, una dictadura».
Tan sólo dos horas después de conceder estas declaraciones, Raúl se ha puesto en contacto con OKDIARIO para comunicar que, de nuevo, ha sido abordado por los Mossos en la calle: «Me estaban observando al salir de casa, me han parado y me han cacheado. Ahora me están registrando el maletero del coche».
Y poco después ha explicado: «Al final me han inmovilizado el coche y me han puesto tres multas: una porque había salido del aparcamiento sin ponerme el cinturón, otra porque tenía la ITV caducada desde hace un mes, y otra porque dicen que tengo el carné de conducir retirado por prescripción médica. Algo que es falso porque no estoy en ningún tratamiento médico».