Carlos Herrera: «Menos mal que hay embajadores como Morenés que ponen al carcamal Torra en su sitio»
Carlos Herrera, alejado del mundanal ruido y ensimismado con los bellísimos paisajes con los que se está encontrando mientras realiza el Camino de Santiago, tiene dos reflexiones importantes –pese a la mística, el Camino da para pensar en muchas cosas– sobre los «peajes» que tiene que pagar Sánchez por el hecho de ser presidente del Gobierno únicamente con 84 diputados.
El director de Herrera en Cope nos descubre esta semana la población gallega de Chantada, un alto en el camino entre Ponferrada y Santiago, pasando por las Médulas, La Rúa y Monforte de Lemos. Allí, con su palo selfie, reconoce que pese a los kilómetros «no he perdido el contacto con la realidad, con este Gobierno que tan buenos momentos nos va dar, con el marketing, los mensajes fatuos…».
«Empiezo a ver algún tipo de facturitas con las que, al menos o pagar o no irritarse cuando te las pasen», asegura Herrera sobre el numerito de Quim Torra en Washington «que va por el mundo haciendo el carcamal, y menos mal que hay embajadores de España como Morenés que le saben poner en su sitio».
También reflexiona el Herrera peregrino sobre «el papelón que le va a tocar hacer a Marlaska cuando tenga que justificar por qué acerca al País Vasco a asesinos como el de Miguel Ángel Blanco o el que ideó la bomba de Hipercor». Desde otro punto de vista, Herrera se pregunta por qué «se preocupan de esos vascos presos, asesinos y no del que, por ejemplo, ha robado un supermercado en Chiclana, a esos que se queden donde estén».
«Los asesinos de verdad, los hijos políticos de Bildu y del PNV, a esos hay que mimarlos. ¿Qué hará Sánchez, qué hará Marlaska que los ha metido a todos en la cárcel? Les recomendaré que hagan el Camino de Santiago», se despide Herrera desde Chantada.