Los cabecillas de la ‘trama Koldo’ decían ser «representantes del Gobierno de España» en sus contratos

Víctor de Aldama, el comisionista que se habría beneficiado con 5,5 millones por los contratos de la pandemia, y José Ángel Escorial Senante, administrador de Soluciones de Gestión SL en la época de ejecución de esos contratos según la investigación, firmaban como «representantes del Gobierno de España» en alguno de los contratos incorporados al sumario sobre la denominada trama Koldo.

Así consta, en concreto, en un «contrato de colaboración» incorporado al sumario con una empresa holandesa, identificada como «agentes mercantiles de trading para el fabricante». El documento se firmó el 24 de marzo de 2020, es decir, tres días después de que el Ministerio de Transportes acordase con Soluciones de Gestión la compra de ocho millones de mascarillas por 20 millones de euros. Aldama y Escorial Senante, dos figuras clave del caso Koldo, aparecen identificados como «representantes del Gobierno de España» y firman el contrato como «compradores para el Gobierno de España». Esta empresa se encargó de gestionar para Soluciones de Gestión el suministro de esas mascarillas procedentes directamente de fábrica para distribuirlas luego a los entes públicos.

De la batería de correos electrónicos incorporados al sumario que vertebra el caso Koldo se desprende también el evidente nerviosismo de los ahora investigados por disponer del suministro acordado. Primero con el Gobierno de Pedro Sánchez -a través del Ministerio de Transportes- y luego con las administraciones autonómicas socialistas de Baleares y Canarias. En una de esas comunicaciones, el empresario José Vidal informa a Aldama sobre la situación del mercado: «En China desde hace dos días han subido los precios de todo una barbaridad, la clave es la demanda inhumana y la entrada de USA como cliente».

En otro de esos correos también se deja constancia de su inexperiencia en el sector, un asunto al que apuntaría después el Tribunal de Cuentas al cuestionar la «solvencia» de la empresa, beneficiada con 53 millones de euros públicos.

«Obsesión» con las mascarillas

En uno de los correos, Íñigo Rotaeche, uno de los responsables de Soluciones de Gestión, y Aldama, se intercambian también sus impresiones. Rotaeche bromea con una supuesta «obsesión» por traer el material sanitario. «Ya he hablado con el de Iberia, estaba como un flan. Luego os cuento cómo va el planning y decidimos qué aviones. Os adelanto que hasta viernes será difícil cargar algo en Shenzhen [ciudad del Sureste de China que conecta a Hong Kong con el resto del mundo] pues lleva 72 horas conseguir el permiso y el lunes es fiesta comunista», escribe.

«Sueño con estas mascarillas y aviones, aduanas, Víctor, es obsesión…», señala también Rotaeche. A esa comunicación en cadena se incorpora también otro de los presuntos cabecillas, Juan Carlos Cueto, al que se sitúa como verdadero responsable de Soluciones de Gestión: «Al final la Guapa va a ser hasta simpática. Vas a tener que comer con ella (risas)», escribía en pleno confinamiento.

«¿Sabes algo de la cervecera?», pregunta también Cueto, interesándose por una oferta de material sanitario procedente de una empresa de cerveza. A ello, Aldama responde: «¿Me hablas en serio? ¿Que si tiene stock la de la cerveza? Escucha, deja tú también las drogas duras, que te están haciendo muy mal».

Entre los correos también está registrado el que envió el Gobierno de Castilla-La Mancha en respuesta al ofrecimiento de mascarillas por parte de la trama investigada.

En él se plasma el intento de la empresa por vender 350.000 mascarillas al Gobierno de Emiliano García-Page, que rechazó la oferta: «Sentimos mucho no poderles realizar la compra de las mascarillas (…) la valoración de la SGS indica claramente que las mascarillas son defectuosas y por ello no podemos valorar su adquisición».