El Ayuntamiento de Rivas, gobernado por IU, crea una moneda para luchar contra el sistema

El ex alcalde de Rivas
El ex alcalde de Rivas, Pedro del Cura, de IU.

La localidad de Rivas (Madrid), gobernada por Pedro del Cura, de Izquierda Unida, quiere distanciarse en lo posible del modelo financiero actual, con una nueva moneda local complementaria al euro y bautizada como jarama que busca impulsar el pequeño comercio y el empleo local, frente a una economía que da prioridad a las grandes empresas.

Está previsto que en marzo de 2017 empiece a circular esta nueva moneda que nace sin la ambición de sustituir al euro, pero con el propósito firme de devolver a los pequeños negocios una clientela que han perdido en los últimos años ante la irrupción de grandes superficies.

Así lo ha explicado a Efe el portavoz de la entidad que ha impulsado el proyecto, VaciaRivas-Espacio Progresista, José Mayoral, quien ha asegurado que el éxito de otras monedas locales –como el sol violette, de Tolouse, o el chiemgauer, de Baviera– les ha dado el aliento necesario para implantar este sistema en Rivas.

Mayoral ha defendido que estas monedas están empezando a aflorar en países y sociedades muy dispares, tras haberse consolidado como herramientas «muy potentes» para fortalecer a las comunidades y economías locales frente «al bloqueo de los monopolios financieros globales».

El jarama será una moneda electrónica que operará por medio de una aplicación y una página web similar a la de los bancos tradicionales, aunque está previsto que se emitan billetes en papel en ocasiones especiales.

Los creadores de este método monetario se han propuesto que en marzo de 2017 haya, al menos, 50 comercios dispuestos a trabajar simultáneamente con euros y jaramas (cuyo valor está equiparado).

Aunque suponga un arranque más lento, han renunciado a solicitar ayudas oficiales para garantizar la independencia total de la moneda y mantenerla alejada de los «vaivenes» políticos, de forma que los posibles cambios en las instituciones no afecten a su viabilidad y sostenibilidad en el tiempo.

Según las fuentes de la asociación impulsora, la primera acogida ha sido «muy positiva», especialmente de parte de los jóvenes. Rivas (85.000 habitantes) es una ciudad donde la edad media es de 34 años. Han sido, precisamente, los comerciantes de menor edad quienes han reaccionado con más entusiasmo y han aportado nuevas sugerencias al proceso, mientras que las personas mayores se han mostrado algo más reacias a conocer el entramado.

Pese a ello, la asociación confía en el éxito cercano de los jaramas porque, si hay algo en lo que coinciden los pequeños comercios de Rivas, es ena localidad de Rivas (Madrid) quiere distanciarse en lo posible del modelo financiero actual, con una nueva moneda local complementaria al euro y bautizada como jarama que busca impulsar el pequeño comercio y el empleo local, frente a una economía que da prioridad a las grandes empresas.

Está previsto que en marzo de 2017 empiece a fluir esta nueva moneda que nace sin la ambición de sustituir al euro, pero con el propósito firme de devolver a los pequeños negocios una clientela que han perdido en los últimos años ante la irrupción de grandes superficies.

Así lo ha explicado a Efe el portavoz de la entidad que ha impulsado el proyecto, VaciaRivas-Espacio Progresista, José Mayoral, quien ha asegurado que el éxito de otras monedas locales -como el sol violette, de Tolouse, o el chiemgauer, de Baviera- les ha dado el aliento necesario para implantar este sistema en Rivas.

Mayoral ha defendido que estas monedas están empezando a aflorar en países y sociedades muy dispares, tras haberse consolidado como herramientas «muy potentes» para fortalecer a las comunidades y economías locales frente «al bloqueo de los monopolios financieros globales».

El jarama será una moneda electrónica que operará por medio de una aplicación y una página web similar a la de los bancos tradicionales, aunque está previsto que se emitan billetes en papel en ocasiones especiales.

El uso de la moneda por parte de los ciudadanos será lo más sencillo posible para asegurar la continuidad del proyecto: los vecinos deberán indicar en los establecimientos o en la oficina central cuántos euros quieren cambiar, y posteriormente harán el pago como lo hacen actualmente con sus tarjetas de débito.

Desde VaciaRivas-Espacio Progresista han hecho un llamamiento a los habitantes a sumarse a esta iniciativa que también favorecerá a sus bolsillos, ya que por cada euro cambiado recibirán 1,02 jaramas.

Asimismo, por cada euro que entreguen, la entidad organizativa donará dos céntimos a alguna asociación sin ánimo de lucro de Rivas, de forma que se conforme un plan de mejora en eficiencia social y se refuerce el tejido asociativo de la localidad.

Por su parte, los comerciantes podrán utilizar los jaramas que reciban de los clientes para efectuar sus compras personales y el pago a proveedores.

Si necesitan dinero en efectivo, podrán cambiarlos a euros, aunque con una comisión del uno por ciento para intentar disuadirles de otros canjes y promover que la moneda fluya.

VaciaRivas-Espacio Progresista confía en que la moneda consiga que los ciudadanos se sientan más identificados con el consumo local y ayude a que la de Rivas sea una economía «más sostenible, más solidaria y que tenga en cuenta a las personas» que intente reparar el daño que, a su juicio, les ha causado la aumento de grandes superficies.

50 comercios en marzo de 2017

Los creadores de este método monetario se han propuesto que en marzo de 2017 haya, al menos, 50 comercios dispuestos a trabajar simultáneamente con euros y jaramas (cuyo valor está equiparado).

Aunque suponga un arranque más lento, han renunciado a solicitar ayudas oficiales para garantizar la independencia total de la moneda y mantenerla alejada de los «vaivenes» políticos, de forma que los posibles cambios en las instituciones no afecten a su viabilidad y sostenibilidad en el tiempo.

La primera acogida ha sido «muy positiva», especialmente de parte de los jóvenes. No les ha pillado por sorpresa, ya que Rivas (85.000 habitantes) es una ciudad joven y activa, donde la edad media es de 34 años.

Han sido, precisamente, los comerciantes de menor edad quienes han reaccionado con más entusiasmo y han aportado nuevas sugerencias al proceso, mientras que las personas mayores se han mostrado algo más reacias a conocer el entramado.

Pese a ello, la asociación confía en el éxito cercano de los jaramas porque, si hay algo en lo que coinciden los pequeños comercios de Rivas, es en dar la bienvenida a cualquier campaña original que intente reparar el daño que, a su juicio, les ha causado la aumento de grandes superficies.

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