Ministerio de Igualdad

Otro ataque del Ministerio de Montero a los hombres: «Estoy bailando y ellos vienen con su cebolleta»

Irene Montero

El Ministerio de Igualdad dirigido por Irene Montero se ha hecho eco de un estudio que afirma que existe un tipo de violencia machista que se acentúa con las mujeres racializadas. El documento recoge testimonios de afectadas entre los que se puede leer que aquellas de origen latino sufren situaciones en las que el hombre «directamente viene con su cebolleta» cuando están bailando.

El estudio titulado «Noches seguras para todas» ha sido elaborado por la Federación Mujeres Jóvenes. Concretamente, el informe fue financiado por el antiguo Ministerio de Consumo y Bienestar social dirigido por la socialista María Luisa Carcedo y supuso un desembolso de más de 48.000 euros de las arcas públicas.

El análisis critica las situaciones de machismo a las que se enfrenta la mujer en el ámbito del ocio nocturno. En uno de sus puntos se centra en las violencias sexuales a mujeres racializadas. «Para nosotras era prioritario analizar las experiencias de mujeres racializadas, puesto que partimos de la base de que las mujeres negras, mulatas y mestizas sufren una violencia sexual específica que tiene que ver con una heterodesignación racista», señalan. Las autoras aseguran que aunque todas las mujeres sufren una «cosificación sexual en el sistema patriarcal», las racializadas sufren doble sexualización por ser mujer y por el «elemento exótico que aporta a la mirada masculina».

Uno de los testimonios recogidos afirma que se tiene la imagen «de que es que las negras lo movéis no sé qué, las latinas tenéis un movimiento qué no sé qué, no sé cuántos». Por ello, la encuestada relata que los hombres se le acercan «un montón de veces» cuando está bailando con sus amigas y «directamente vienen con la cebolleta».

La declaración de la participante en el estudio difundido por Irene Montero provoca que las encargadas del análisis concluyan que «bajo el marco de la sexualidad patriarcal, es interpretado por los hombres como una invitación a la apropiación del cuerpo de las mujeres que les encamina al acoso sexual». «Sienten -las mujeres racializadas- que se acercan especialmente a ellas y de una forma más hostil», añaden para afirmar que este tipo de mujeres sufren un acoso mayor por despertar una mayor atracción a los hombres.

Tal y como sostienen, las «mujeres racializadas sienten un trato diferente con respecto a las mujeres blancas por parte de los hombres a partir de la fetichización de sus cuerpos». Esto conduce, aseguran, a que los hombres ejerzan «una violencia sexual (física y verbal) más hostil sobre ellas» que sobre el resto de mujeres.

Por otro lado, señalan que es muy habitual que los hombres blancos hagan alusión a su origen para ligar con ellas, e identifican este hecho con una actitud «marcada notoriamente por el racismo y el euroblancocentrismo».

El estudio también asegura haber preguntado a hombres sobre la situación. «Cuando preguntamos a los hombres si hay mujeres con las que les resulta más fácil ligar destacan a las latinoamericanas. Los hombres las señalan como chicas fáciles, alegando que son más calientes», aseguran resumiendo las respuestas de los varones.

Construcción patriarcal

Pero la violencia que sufren las mujeres racializadas no es el único asunto que se trata en el informe. El estudio analiza también el uso de alcohol y otras sustancias en la relación entre el hombre y la mujer.

El informe acusa al hombre de hacer uso de ello para aprovecharse de las mujeres. «Todas las mujeres participantes en la investigación viven de manera frecuente la invitación a alcohol y drogas por parte de los hombres, señalando que lo hacen con la intención de debilitarlas, vulnerarlas, manipularlas y aprovecharse de ellas», afirman calificando la estrategia machista como «sumisión química oportunista».

El estudio recomendado por el Ministerio de Igualdad afirma que la violencia sexual guarda una estrecha relación con la construcción del deseo sexual masculino. «Su deseo se construye desde la infancia en el sistema patriarcal a partir tres elementos absolutamente dañinos: la ausencia de una educación sexual y emocional plena, la pornografía y la prostitución», recoge en sus páginas.

Además, las autoras del estudio difundido por Irene Montero aseguran que los hombres consumen cotidianamente pornografía y por ello la consideran su principal fuente de educación sexual. «La cultura de la violación se nutre hoy de la pornografía machista y masivamente disponible en Internet. Una pornografía que lo que hace es erotizar la violencia sexual. Erotizar el dolor de las mujeres», critican.

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