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Así presumía Sánchez de sus pactos con Bildu para seguir en Moncloa: «Es la victoria del entendimiento»

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El PSOE ha decidido terminar con el silencio que durante más de 48 horas ha reinado entre sus filas tras destaparse la presencia de hasta 44 miembros de ETA, 7 de ellos condenados por delitos de sangre, en varias candidaturas de Bildu de cara al próximo 28M. El presidente del Gobierno, a quien se le ha echado encima la polémica en pleno arranque de la campaña electoral, se ha limitado a afirmar que la presencia de estos candidatos en las listas de Bildu»es legal, pero no es decente». Hace tan sólo cinco meses, Pedro Sánchez agradeció a Bildu su apoyo a los Presupuestos, lo que calificó como «la victoria del entendimiento».

Ahora, con la vista puesta en la urnas del 28 de mayo, el PSOE ha puesto la maquinaria en marcha para tratar de separar sus siglas de las de Bildu, a pesar de que es uno de sus socios preferentes para la aprobación de los Presupuestos, y uno de los partidos que permite a Sánchez continuar en el Gobierno.

Desligarse en pocos días de Bildu será una tarea ardua para los socialistas si se tiene en cuenta que el PSOE ha hablado de este partido, desde el inicio de la legislatura, como un socio más, sin incidir en el pasado de su entorno que ahora ha vuelto a ponerse sobre la mesa. El propio Pedro Sánchez, tras recibir el apoyo de los abertzales para hacerse con la Moncloa, aseguró que el partido vasco «representaba a la España democrática» porque fue «legítimamente» votado por los españoles. «Ahora, las únicas siglas que importan son las de los Presupuestos Generales del Estado», adelantó el propio Sánchez ante la más que posible necesidad de necesitar de los votos de Bildu para poner en marcha su mandato.

En mayo de 2020, el Gobierno necesitó el voto de los diputados de Bildu para aprobar la prórroga del estado de alarma. ERC, otro de los socios preferentes de Sánchez, y el PP rechazaron la propuesta, por lo que los números no cuadraban. El balón quedó en el tejado de los abertzales, que se sumaron a la propuesta socialista.»El ‘no’ del PP ha provocado que se abra la espita en la interlocución del Gobierno con otros grupos parlamentarios». Así justificó Sánchez su entendimiento con Bildu, poniendo en la diana a la oposición, haciéndola culpable de este desenlace.

Seis meses después, en noviembre de 2021, el Partido Popular llevó a una sesión de control al Gobierno en el Senado el acuerdo entre PSOE y Bildu para sacar adelante los Presupuestos de 2022. El senador popular Javier Maroto recriminó a Sánchez «haber pagado un precio político sin precedente por amarrar el sillón de la Presidencia». Sánchez obvió la interpelación del representante del PP y aprovechó su turno de palabra para contar las bondades del acuerdo.

«Llevamos dos años de bloqueo y, gracias a este acuerdo, entramos en una fase necesaria para España, una fase de estabilidad. No lo pienso yo, lo piensan 198 diputados que nos han dado su apoyo», relató el presidente del Gobierno.

Lejos de encontrar algún tipo de crítica por parte del PSOE hacia Bildu, los elogios y agradecimientos de Sánchez hacia la formación abertzale no habían hecho más que empezar. «Muchas veces en el Parlamento se habla de victorias políticas de unos sobre otros. Yo creo que hay una victoria, aún más noble, que es la que se ha visto hoy en el Congreso, que es la del entendimiento». De esta manera, Pedro Sánchez celebró la aprobación de los Presupuestos el pasado noviembre. Una partida presupuestaria que fue apoyada, entre otros partidos, por Bildu.

Unos días después se conoció que Pedro Sánchez había pactado con Bildu la salida de la Guardia Civil de Navarra. Al ser preguntado por esta cuestión, el presidente se escudó en la Carta Magna para justificar la decisión. «Yo creo que desarrollar las competencias autonómicas es cumplir la Constitución. Y eso es lo que hace el Gobierno de España, cumplir con la Constitución y desarrollar los estatutos de Autonomía, en este caso de la Comunidad Foral de Navarra. A la oposición le gustaría que España se hundiera y se rompiera, pero eso no va a suceder».

El pasado miércoles, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, interpeló a Pedro Sánchez sobre la inclusión de hasta 44 terroristas en las listas electorales de Bildu. «Paga incluso a Bildu. Presentan a terroristas en sus listas. Estos son sus socios», recriminó la popular a Sánchez. El presidente del Gobierno desaprovechó la oportunidad de condenar esta situación y, una vez más, optó por poner el foco sobre el PP. «Yo comprendo su frustración, créame. Lo que no comparto es su estrategia de insulto y de descalificación. Ustedes siempre vienen anunciando un apocalipsis que nunca llega», sentenció Sánchez.

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