Así se hacina la Policía Nacional en barracones en Barcelona ante las dificultades para conseguir hoteles

Cuartel de Bruch, donde los policías se hacinan ante la falta de hoteles que quieran acogerlos.
Cuartel de Bruch, donde los policías se hacinan ante la falta de hoteles que quieran acogerlos.
Carlos Cuesta

La Policía Nacional vuelve a hacinarse en Cataluña. Son menos los agentes desplazados, pero los 250 antidisturbios que acaban de ser enviados a Barcelona se encuentran como se puede comprobar en las fotografías a las que ha tenido acceso OKDIARIO. Se trata del acuartelamiento de El Bruch. Unas imágenes en las que se puede comprobar que las condiciones del alojamiento son más propias de unas maniobras puntuales que de un establecimiento medianamente permanente.

Cuartel de Bruch, donde los policías se hacinan ante la falta de hoteles que quieran acogerlos.

Camastros apiñados, armarios de campaña, establecimientos abarrotados, literas interminables y, por supuesto, cero intimidad. Es la definición de las habitaciones de 12 personas o la nave de 45 agentes donde se encuentran en estos momentos profesionales de las unidades UIP (antidisturbios) que en plenas Navidades se han desplazado dejando atrás a sus familias para mantener un mínimo contingente que garantice la ley y el orden en una Cataluña donde no están nada claras las cosas tras las elecciones del 21-D.

Las imágenes son elocuentes. Y reflejan, además, cómo los problemas para conseguir alojamiento en hoteles siguen vivos en Cataluña por mucho que se diga que se ha normalizado la situación.

El enfado de los agentes por el alojamiento se suma, de este modo, al cosechado por el menú de Nochebuena del barco Rhapsody para los policías desplazados a Cataluña, que fue peor que el de algunas cárceles españolas en esas mismas fechas. Unos espaguetis normales y corrientes y unos fritos grasientos.

Pese a que el menú expuesto a la entrada del restaurante del barco donde siguen alojados aún cientos de policías y guardias civiles intentó disimular el espanto de esa cena con expresiones y nombres refinados, lo cierto es que la cena difícilmente podría calificarse de cena especial para una celebración navideña. Y menos aún como recompensa a un grupo de profesionales desplazados fuera de sus familias para asegurar el orden y la ley en Cataluña.

La evidencia de esa cena ha llegado ya al punto de que el propio ministro Zoido ha encargado una investigación sobre la causa de un menú tan lamentable.

Según el cartel del barco, la cena estaba compuesta por “hojaldres mixtos napolitanos”, que acabaron siendo una especie de fritos. “Ensalada mixta, Galets con sopa de pollo, bacalao Frito” y “pasta con marisco”. Las fotos a las que accedió OKDIARIO mostraban el resultado final, que se parecía más a unos espaguetis con cuatro mejillones congelados y a unos fritos grasientos. El capítulo de los alojamientos en barracones hacinados llueve de este modo sobre mojado.

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