12 de octubre

Así se explica por qué la Patrulla Águila mostró el morado al dibujar la bandera de España

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Pelayo Barro

Ha sido, sin duda, la imagen más polémica y comentada de este desfile militar del 12 de octubre: una bandera de España dibujada en el cielo por la Patrulla Águila, pero con una de las líneas de color morado. Muchos han visto un guiño a la bandera republicana, pero mecánicos con décadas de experiencia al servicio del Ejército del Aire explican que se debe a un fallo técnico común en el generador de humo.

En 2019 fue un paracaidista con mala fortuna que acabó ensartando su correaje a una farola. Y este año ha sido la peculiar bandera que pudo verse en los cielos de Madrid dibujada por la Patrulla Águila con sus aeroanves C-101, conocidas familiarmente en el Ejército como Culopollos.  En vez de rojo, uno de los lineales pareció dibujar un color más parecido al morado, llevando a muchos a ver una bandera republicana en lugar de la rojigualda.

Efectivamente, el color era un rojo azulado similar a un morado y provocaba ese efecto. Aunque en vivo no fue tan apreciable, en video sí es evidente la diferencia. Y ahí empezó la conspiranoiaque si el piloto era republicano y decidió boicotear la formación para reivindicarse, que si alguien había saboteado la aeronave antes para colocar un bote morado en lugar de uno rojo… Hasta el ex vicepresidente Pablo Iglesias se sumó a las mofas, negando «cualquier implicación» en lo ocurrido.

Sin embargo, la explicación técnica que ofrecen fuentes del Ejército del Aire con décadas de experiencia en el mantenimiento de aeronaves, que conocen bien el funcionamiento de esos C-101, es bastante más mundana. Todo se origina por un mal funcionamiento del sistema generador de humo que llevan acoplados los Culopollos: cualquier rastro de otra sustancia química en ese generador, cuando se mezcla con el queroseno, puede alterar fácilmente el color del humo. El azar quiso que ese color pasase de rojo a morado.

No existe el morado

De hecho, explican, es literalmente imposible que alguien haya confundido el color rojo con el morado al cargar los aviones. Sencillamente porque el Ejército del Aire no dispone de ningún líquido de ese color: la Patrulla Águila sólo puede dibujar el rojo, el amarillo o, en ausencia de componente químico, el blanco.

De hecho, así figura en los contratos públicos del Mando Aéreo General del Ejército del Aire para la compra de «material para la generación de humo». En dos versiones, el amarillo y el rojo.

La sustancia que llevan en los generadores de humo los C-101 se denomina Unisol Liquid y lo fabrica United Colour Manufacturing. Se suministra en bidones, y el Ejército compra el doble de cantidad de rojo que de amarillo (porque el amarillo pinta dos rayas en el cielo y el rojo cuatro). Unos 1.20o litros de ese componente tiene un coste aproximado de 35.000 euros.

Cuando los aviones van a acudir a una exhibición, los sistemas generadores de humo que llevan acoplados se recargan con el líquido. Se expulsa durante el vuelo y se mezcla en el aire con la estela de queroseno del avión, provocando que genere ese humo visible bicolor. Si las medidas de líquido son inadecuadas o el suministro tiene más caudal del que debería, el color muta.

En 2020, la Patrulla Águila sufrió otro percance durante el 12-O con el color de su bandera, aunque en esa ocasión no tuvo tintes políticos. En lugar de amarillo, de los difusores salió un color amarillo tan pálido que parecía blanco. En aquel momento se debió a que no se dosificó suficiente líquido colorante: había problemas de existencias en la base de San Javier (Murcia), sede de esta patrulla acrobática.

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