Las prestaciones por desempleo se multiplicaron por 7 en abril y llegaron a 3,3 millones de personas
Los Colegios de Gestores Administrativos constatan que más de 900.000 trabajadores incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo no habían cobrado la prestación a mediados de mayo
La nefasta gestión del coronavirus se empieza a convertir ya en un problema financiero para el Gobierno. Si en abril de 2019 el número de prestaciones por desempleo individuales aprobadas fue de 511.848, el reciente mes de abril ha terminado con un total de 3.334.202, según los datos en poder del principal sindicato de la función pública (CSIF). Es decir, que el número de prestaciones por desempleo individuales cursadas y admitidas a efectos de pago se ha multiplicado prácticamente por siete respecto al mismo mes del año anterior.
El dato representa una escalada sin precedentes que amenaza con disparar los gastos por desempleo del Estado. Hay que recordar que esa partida recogió una estimación global de gasto para todo el ejercicio 2019 de 18.102 millones de euros. Y el último dato mensual ha recogido un alza interanual equivalente a multiplicarse por siete.
Este dato explica la decisión del Gobierno de retrasar los pagos por los ERTE. Y es que, mientras el Ejecutivo de Pedro Sánchez afirma que son escasos los ERTE que no se están pagando ya, los datos del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos constatan que más de 900.000 trabajadores incluidos en un expediente de regulación temporal de empleo no habían cobrado la prestación por desempleo a mediados de mayo.
OKDIARIO ha hecho pública ya una resolución que refleja el retraso del pago de las prestaciones hasta el 10 de junio. Se trata del caso concreto de uno de tantos trabajadores que tienen derecho a cobrar las prestaciones por ERTE prometidas por el Gobierno socialcomunista. En esta ocasión, se trata de un trabajador que tiene derecho a percibir sus prestaciones desde el 17 de marzo hasta el 9 de junio.
Ingresos
El propio documento oficial, firmado y sellado por responsables del Ministerio de Trabajo, plasma con claridad que la fecha de inicio del pago es el día después del periodo del ERTE: el 10 de junio. Traducido: que el trabajador afectado no percibirá ingresos durante un largo periodo de casi tres meses.
El documento en cuestión es una «resolución de aprobación de las prestaciones por desempleo». Y en él se recoge que se trata de un caso de pago aceptado «tras el examen de los datos obrantes en este Servicio Público de Empleo Estatal». Es decir, que se trata de uno de los casos que puede llegar a considerarse hasta afortunado, porque muchos otros, fruto del atasco administrativo, se encuentran directamente en fase de aprobación.
Pues bien, pese a haber sido reconocido el derecho a cobro desde el 17 de marzo -tan sólo tres días después de haberse decretado el interminable estado de alarma- el afectado sigue sin cobrar. Y le queda para largo. El mismo documento recoge sin rubor que la «fecha de inicio de pago» es el «10/06/2020».