Podemitas y socialistas negocian presentarse juntos al Senado el 28-A para acabar con la mayoría del PP

Elecciones generales
Pleno del Senado
Carlos Cuesta

Compromís, Podemos y PSPV quieren formar una nueva Entesa para arrebatar la mayoría absoluta del PP en el Senado. Ese es el proyecto que están ya negociando los socialistas con las marcas blancas de Podemos. La idea ha partido desde Valencia, pero ya ha sido planteada al resto de regiones. Y consiste en unir fuerzas y presentarse conjuntamente en el Senado para intentar arrebatar al PP la Cámara que ha mantenido el freno a varias de las medidas del PSOE y que, además, ha lanzado las principales comisiones de investigación que han amargado el mandato a Pedro Sánchez.

Ximo Puig es partidario de lanzar esta alianza. Y ha trasladado ya la idea no sólo a sus compañeros de partido, sino también a la marca socia de Podemos en la Comunidad Valenciana, Compromís.

Los socialistas quieren extender de este modo el Pacto del Botánico -PSPV, Compromís y Podemos-, con los que consiguieron hacerse con el poder en la Comunidad Valenciana, al resto de España.

Hay que recordar que en las elecciones generales de 2016, Compromís, PSPV y Podemos ya pretendieron elevar la mecánica del Pacto del Botánico al Senado con la denominada Entesa. El objetivo era crecer en senadores eliminando disputas internas durante la campaña, pero principalmente evitar que el PP se hiciera con la mayoría absoluta, como ocurrió, y controlase una de las dos Cámaras legislativas.

La secretaria general del Bloc, principal fuerza de Compromís, Àgueda Micó, acepta la fórmula, con lo que el inicio de las negociaciones marcha por buen camino para sus intereses.

Sin embargo, aquel plan lanzado en 2016 no triunfó en su momento por el rechazo final de Pedro Sánchez, que vio más objeciones por la fuerza de mensaje que se podía perder en la campaña, que ventajas. Aquel bloqueo final, de hecho, fue uno de los motivos que terminó de enfriar las relaciones entre Ximo Puig, partidario de la iniciativa, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Es verdad que Sánchez nunca ha querido hipotecar su marca al resto. Y en concreto, en estos momentos, se presenta a las elecciones del 28 de abril como un supuesto diálogo que ha sido traicionado por sus socios separatistas. Pero también es verdad que Podemos no le ha traicionado en ningún momento -es decir, que la alianza no tiene motivos para decaer- y, además, que el Senado se ha convertido en el principal potro de tortura para Sánchez durante la actual legislatura.

La convocatoria de elecciones, de hecho, corta dos comisiones que traían por le camino de la amargura a Sánchez. Y es que el anticipo electoral libra al PSOE de las comisiones de investigación que acorralan en estos momentos a, al menos, dos de sus principales cargos: el propio Pedro Sánchez y Cristina Narbona. Es decir, al presidente socialista del Gobierno, y a la presidenta del Partido Socialista.

Comisiones

La comisión sobre su tesis ya estaba en marcha y los comparecientes solicitados por el PP. Así pues, el presidente del Gobierno se puede librar de tener que declarar sobre el plagio de sus tesis doctoral. El propio Pedro Sánchez, el coautor de su libro, Carlos Ocaña, y el ex ministro de Industria, Turismo y Comercio Miguel Sebastián, como avanzó OKDIARIO, tendrán que comparecer en el Senado, entre otros, por el plagio del jefe del Ejecutivo en su tesis doctoral. Los tres aparecen en el listado de 40 comparecientes que ha registrado el PP, al que ha accedido este medio, en la comisión de investigación sobre el ‘Tesisgate’. Y todos ellos estaban obligados por ley a comparecer en el Senado y a decir la verdad. La comisión, como mínimo, duraría un año. Un año que ahora no dará comienzo por el adelanto electoral.

La otra comisión que sufrirá las consecuencias de la disolución anticipada de las Cámaras, es la de financiación ilegal, donde la ex ministra socialista de Medio Ambiente y actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, tenía que volver a declarar por el caso Acuamed.

Narbona era la ministra de Medio Ambiente durante los meses previos a la campaña electoral que permitió revalidar el mandato al presidente Rodríguez Zapatero. Acuamed era la sociedad pública dependiente de ella que gestiona las desoladoras. Y la Audiencia Nacional investiga el destino de 13,96 millones de euros de las cuentas de Acuamed a campañas políticas en favor del PSOE como mecánica de financiación ilegal del partido. Narbona, además, exigió que otros 7,5 millones de euros fuesen exigidos a las empresas concesionarias de las desatadoras con idéntico fin.

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