Interior tendrá que readmitir al policía que jubiló con 31 años por perder una pierna
El policía de 31 años recurrió su jubilación forzosa y la Justicia ha emitido una sentencia a su favor que Interior no recurrirá
El agente se reincorporará a un nuevo puesto no operativo antes de finales de año
El policía al que quieren jubilar con 31 años tras perder una pierna: “Me tratan como un número”
El Ministerio del Interior tendrá que readmitir al policía nacional al que jubiló con 31 años tras perder una pierna en un accidente de tráfico. Así lo dispone el fallo de la sentencia emitida por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de la Audiencia Nacional. La justicia ha dado la razón al agente en el recurso interpuesto por éste contra la decisión administrativa de la Dirección General de la Policía que le obligaba a abandonar el cuerpo.
La magistrada considera en sus conclusiones que ha resultado «sobradamente» probado, a través de los diferentes informes médicos y expertos aportados, que el agente «tiene capacidad para desempeñar numerosas funciones» y, por tanto, «no es merecedor de pase a la situación de jubilado».
Rafael Prieto es un policía cordobés de 31 años que sufrió un accidente de tráfico, en septiembre de 2015, cuando conducía su motocicleta. Como resultado de las graves lesiones ocasionadas por el impacto contra otro vehículo, que no pudo esquivar, fue necesario amputarle la pierna izquierda. Tras una rehabilitación intensa y la adaptación de una prótesis biónica Prieto puede hacer una vida normal e incluso practicar deporte a diario.
La sentencia reconoce plenamente probada la capacidad física del policía y obliga al Ministerio del Interior a su readmisión
El agente siempre ha entendido que podía continuar en el servicio activo de su profesión -que tal y como el agente explicaba en un reciente entrevista a OKDIARIO es vocacional- y por ello inició una batalla judicial para conseguir su readmisión en el cuerpo nacional de Policía, en base a todas las pruebas médicas y las opiniones de los expertos periciales que le han evaluado durante un proceso que se ha prolongado durante más de dos años.
«En definitiva, según todos los facultativos, fisioterapeutas y ortoprotésicos que le cuidan, el recurrente» en referencia a Rafael Prieto «hoy ha adquirido una plena funcionalidad en su vida diaria, lo que significa que no solo es una persona autónoma, sino que en estos momentos realiza una vida normal como cualquier hombre de su edad (31 años) que no tuviera limitaciones físicas», recoge en el fallo de la sentencia.
A pesar de ello, cuando Rafael Prieto pasó por el tribunal médico oficial la Dirección General de la Policía Nacional resolvió que el agente quedase en situación de segunda actividad hasta que en mayo de 2017, tras revisar el caso, el mismo organismo decretó que no procedía «la continuidad del funcionario en la situación de segunda actividad» estimando que su patología le hacía susceptible «de jubilación por incapacidad psicofísica».
Ahora, deberá ser readmitido al servicio activo, no operativo, por Interior. Fuentes del Ministerio han confirmado que se acatará la resolución sin recurrir la misma en apelación y, por lo tanto, se ubicará a Rafael Prieto en un puesto adecuado a su situación.
Fuentes de Interior han confirmado que no recurrirán la decisión judicial y reincorporarán al agente al servicio activo, no operativo, de inmediato
Investigación, sala del 091, delitos cibernéticos, comunicación… Incluso la oficina de denuncias donde ya estuvo un tiempo -en la comisaría de Lucena, en la que pasó 5 años, tras concluir las prácticas y patrullar más de 2 años en Madrid- son algunos de los destinos que la Dirección General de la Policía Nacional está valorando para el agente, tal y como el mismo solicitaba.
Rafael Prieto ha hablado con OKDIARIO para expresar su satisfacción por una sentencia «que sienta precedentes para compañeros que pueden estar en la misma situación». El policía ha confirmado que está deseando regresar a su trabajo y espera que la reincorporación efectiva se produzca antes de finales de año.
También han insistido en la necesidad de que la Policía, como ocurre en otros servicios públicos e institutos armados, reserve puestos para situaciones similares.