Moción de censura Rajoy

La cúpula del PNV reunida a esta hora mantiene el órdago: o se va Rajoy o triunfa la moción de Sánchez

PNV Aitor Esteban
Todos los integrantes del Grupo Parlamentario Vasco en el Congreso de los Diputados, con Aitor Esteban al frente. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

La reunión de la dirección del Partido Nacionalista Vasco (PNV), mientras comenzaba la moción de censura a Mariano Rajoy, no ha servido para modificar su postura. No quiere votar la moción de Sánchez pero menos aún está dispuesto a convertirse en el único soporte del presidente que ha aplicado el 155 y que acaba de recibir un duro golpe en su partido con la sentencia de Gürtel.

Pese a los deseos de reconducción de Andoni Ortuzar, las posturas se encuentran totalmente implantadas en el partido y, en especial, en sus bases. En la reunión mantenida esta mañana por los vascos el planteamiento ha sido sencillo: el PNV debe mantener la exigencia a Mariano Rajoy de un claro gesto político para que PNV acepte tumbar la moción. Y ese gesto es la dimisión del presidente del Gobierno.

Los nacionalistas vascos están dispuestos a evitar la inestabilidad de un cambio traumático de Gobierno que lleve el poder a una unión de socialistas y podemitas, pero no a asumir en solitario el sacrificio que le puede suponer presentarse ante sus votantes como el soporte eterno y solitario de los populares. Por ello, el PNV mantiene la exigencia a esta horas de que Rajoy dé un paso a un lado. Que se orqueste después una investidura pactada y que se dé paso a una persona no tocada por ningún caso de corrupción, previsiblemente, Soraya Sáenz de Santamaría.

El enconamiento de las posturas en la reunión de los vascos ha llevado, de hecho, a que no se pueda hablar ni de la posible sustitución de Rajoy. Tan sólo se ha remarcado que debe dimitir Rajoy y que luego se hablará del resto.
Íñigo Urkullu y Andoni Ortuzar han defendido la preparación de una salida digna para Rajoy. Pero se han sumado al mensaje de que el PNV no puede llegar hasta el punto de estar dispuesto a destrozarse políticamente por ello.
Y es que desde el PNV defienden que el impacto que tendría su partido en unas municipales y en las futuras autonómicas sería enorme en caso de respaldar sin claros argumentos políticos a Rajoy. Afirman que entre sus bases la imagen del presidente del Gobierno es pésima y que la sentencia de Gürtel no ha hecho más que empeorar esa valoración.

Los nacionalistas vascos afirman que el gesto de un paso al lado de Rajoy cambiaría la situación. La llegada de otra persona les permitiría exhibir un triunfo político ante sus bases y, por lo tanto, reducir la pérdida electoral en su propia base de voto territorial.

La idea debería ser, por lo tanto, aceptada por Rajoy, quien tendría que comunicar su dimisión y la preparación de todo un proceso de transición hacia una persona sin implicación en casos de corrupción. La figura elegida sería Soraya Sáenz de Santamaría, una persona que no supondría problemas para ser aceptada por los nacionalistas vascos y que, además, tras encabezar las negociaciones en Cataluña, tampoco cuenta con especiales trabas por parte de los separatistas catalanes.

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