Mossos constitucionalistas advierten: «Hay gente de la CUP con mando, pistola y placa»

Mossos

Los Mossos d’Esquadra leales a la Constitución advierten sobre la presencia de infiltrados de la CUP en la estructura de mando que dirige Josep Lluís Trapero: «Tenemos muchos agentes y, sobre todo, muchos mandos de la cúpula que podríamos decir son ‘cuperos’ con placa y pistola, y claro esto es un problema», explican a OKDIARIO.

Estos agentes alertan sobre los planes del Departamento de Interior de la Generalitat para avanzar hacia un enfrentamiento con la Policía y la Guardia Civil, si Carles Puigdemont confirma la declaración de independencia. La presión desde la consejería que preside Joaquim Forn se está trasladando a través de un mensaje con sesgos de chantaje: «Si se acepta la nueva realidad política, no habrá colisión entre policías».

Para el máximo responsable de los Mossos, no existen dudas: la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) ‘está aprobada’. Y tan sólo se ha hecho ‘una suspensión de los efectos».Y a la espera de la respuesta de Puigdemont al requerimiento del Gobierno la próxima semana, en la policía catalana se maneja la opción de que los golpistas apuesten por el enfrentamiento.

Buscan el choque con Policía y Guardia Civil

Los agentes de los Mossos d’ Esquadra que no están dispuestos a violar la legalidad vigente dan la voz de alarma: «Parece ser que estarían encantados con ver cómo uno de los agentes del Cuerpo llegase incluso a sacar su arma contra un policía nacional o un guardia civil y convertir esa imagen en épica para su movimiento independentista», señala uno de estos agentes al otro lado del teléfono y cuya identidad nos pide proteger.

Es uno de los 7.000 agentes que, de un total de 16.783 efectivos, temen que sus superiores les lleven al choque con compañeros en tareas de seguridad.

Por eso, y ante unas órdenes contrarias a la Constitución, el Estatuto de Autonomía, y las disposiciones judiciales, desde los mossos ajenos a la causa separatista se previene sobre lo que pueda ocurrir (sobre todo si Josep Lluís Trapero fuese detenido una vez declare por segunda vez el lunes ante la Audiencia Nacional) con los radicales al frente.

Detener a Trapero y sus mandos

La penetración del independentismo radical en la cúpula de los mossos, con comisarías en las que sus responsables apoyan la sublevación y campan a sus anchas, por ejemplo en la de Hospitalet de Llobregat, es un hecho. La CUP y sus satélites han sentado mando en plaza.

El malestar es enorme en un gran sector del Cuerpo: «La mayoría de gente estaría encantada con poder cumplir su trabajo, y si llegase el caso, pues proceder a hacer una detención o las que fuesen necesarias». Y entre ellas, en cabeza, la del máximo responsable: el mayor Trapero: «No hizo lo que se le encomendó por Fiscalía y juzgados, esperamos que su actuación tenga algunas consecuencias penales, y que pague por lo que ha hecho, porque ha producido dentro del Cuerpo una hecatombe que a todos nos está perjudicando», asegura.

«¿A qué espera Interior para intervenirnos?»

Porque estos agentes que no comulgan con los golpistas (ya sea por convencimiento ideológico o por  evitar problemas y responsabilidades penales) lamentan un daño del que la policía catalana puede tardar muchos años en recuperarse: «Nos hemos convertido en una policía politizada, y lo normal últimamente es que la gente se pare por la calle a insultarnos y decirnos de todo. Entendemos perfectamente que estén así, porque también nosotros estamos así».

Estos ‘mossos buenos’ albergan la esperanza de una intervención por parte del Ministerio del Interior «¿A qué esperan? «, nos dicen. Porque, recuerdan, constituyen una fuerza armada de casi 17.000 policías, dotados con subfusiles, y en una situación que permite jactarse a Forn y sus superiores de que ‘España ha desaparecido en Cataluña en materia de seguridad’. «Somos un quebradero de cabeza para el Estado», admiten resignados, a la espera de si definitivamente se aplica el artículo 155 de la Constitución.

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