La reversión del modelo Alzira amenaza con convertirse en “el Canal 9 del socialismo valenciano”
La decisión del Gobierno de la Comunidad Autónoma Valenciana de revertir el sistema concesional de gestión público-privada sanitaria del departamento de salud de La Ribera (el denominado modelo Alzira) amenaza con convertirse en un episodio similar al que se ha producido con la cadena de televisión regional (Canal 9), un fiasco de mentiras y promesas incumplidas que ha terminado con 1.600 trabajadores en la calle y que le costará ingentes cantidades de dinero público al Ejecutivo regional.
La iniciativa la lidera la consejera socialista Carmen Montón, una de las personas en las que se ha apoyado el aspirante a la secretaria general del PSOE, Pedro Sánchez, en su vuelta al ruedo político. Montón ha enfrentado al sector empresarial con el Ejecutivo autonómico de Ximo Puig por su persecución del citado modelo de concesión sanitaria que permite a las arcas públicas valencianas un ahorro del 21% respecto al modelo público y con mayores niveles de calidad, según revela un reciente informe de la Sindicatura de Cuentas de la comunidad.
“La reversión del modelo Alzira amenaza con convertirse en el Canal 9 del socialismo valenciano. A pesar de los disgustos que el cierre del canal autonómico ha causado y aún causa en la administración autonómica, económica y judicialmente, Montón parece decidida a meterse en casa una gran mascletà de líos laborales que a buen seguro le estallará al Gobierno de Ximo Puig en su línea de flotación… sobre todo porque a la consejera, los trabajadores contratados por la concesionaria y los ciudadanos atendidos por los hospitales del modelo le importan bien poco”, señalan fuentes de la oposición política valenciana
Y es que en la reversión del modelo concesional sanitario puede ocurrir como en el caso de Canal 9: que se realicen promesas a los trabajadores actuales de los hospitales de gestión público-privada que luego no se cumplan y caigan en saco roto. Todas las camisetas que se pusieron en su nombre, todas las pancartas que enarbolaron como apoyo, están ahora en el baúl de los olvidos. La nueva televisión autonómica ha superado los primeros trámites en el parlamento valenciano y aún no figura por escrito en ningún sitio la reincorporación de los trabajadores que salieron con el cierre de la televisión autonómica.
Según las fuentes consultadas, lo mismo sucederá con los trabajadores de salud del departamento de La Ribera, a tenor de las declaraciones contradictorias de Carmen Montón y del resto de altos cargos de lo que se conoce ya como la “consejería de los enchufes”. Por una parte promete que los indefinidos seguirán trabajando, pero ante los sindicatos de la función pública reconoce que deberán opositar para quedarse en esa plaza. Es decir, que los indefinidos trabajarán (si es verdad que no les echan) mientras alguien no gane la plaza en la que ellos están
“Y en cuanto a los temporales se irán a la calle seguro, porque ya dijo el comisionado a los afiliados del PSPV lo que llevan en el ADN los socialistas valencianos: no os preocupéis que se abrirá una bolsa de trabajo para familiares y amigos (…) Visto así, a los actuales trabajadores del departamento de La Ribera no les merece la pena sufrir porque la página web creada para la bolsa de trabajo de la consejería de Sanidad se colapse”, explican fuentes parlamentarias autonómicas valencianas.
Teniendo todos estos factores en cuenta, los trabajadores del modelo Alzira hoy pueden mirarse en el espejo de los ex trabajadores de Canal 9, si creen que el futuro está en la reversión del sistema concesional. Si por el contrario están convencidos de que el futuro de la gestión sanitaria es la colaboración público-privada, con altos estándares de calidad, control y transparencia, la máxima eficiencia en el uso de los recursos públicos y la mejor atención sanitaria para los ciudadanos, entonces deben implicarse en la defensa del modelo Alzira.