Críticos de IU cargan contra Garzón y aseguran que conduce al partido a la desaparición
La corriente «IU, sí; con más fuerza», encabezada por José Luis Pérez Tapias y crítica con la dirección actual, ha denunciado hoy que la «hoja de ruta» de quienes encabezan la coalición federal y andaluza «culmina con la desaparición» de IU como organización política autónoma.
En un escrito, quienes apoyaron la candidatura «IU, sí; con más fuerza» en la pasada XI Asamblea Federal de IU -constituidos ahora como «espacio de reflexión»- afirman que la dirección actual «se ampara» en los documentos aprobados en ella para «avanzar» en esa hoja de ruta.
«No es otra que la superación de IU para conformar un nuevo sujeto político, utilizando el argumento de la necesidad de eliminar su carácter de partido político y superarla como espacio de confluencia», critica Pérez Tapias, que defiende que IU «no está agotada como proyecto político» y que «es necesario fortalecerla».
Afirman que las declaraciones del coordinador general en Andalucía, Antonio Maíllo, que coinciden con las del responsable federal, Alberto Garzón, en favor de «acelerar» la confluencia con Podemos, «no responden al debate y acuerdo de ningún órgano de IULV-CA y suponen una huida hacia adelante de una dirección a la deriva».
«No tiene otro rumbo ni otro objetivo que la unión con Podemos a cualquier precio y condición», opina sobre la dirección esta corriente, que considera que cualquier confluencia en Andalucía «es un salto cualitativo que debe ser sometido a debate», adelantando la Asamblea ordinaria prevista para junio de 2017 y refrendando después sus conclusiones mediante referéndum de la militancia.
Han argumentado que la confluencia electoral del 26J «no solo no multiplicó, sino que ni siquiera sumó, pues IU perdió cuatro de cada diez votantes del 20D, a lo que se suma que las relaciones de los círculos de Podemos y de las asambleas locales de IU en muchas localidades andaluzas «no son precisamente armónicas sino conflictivas».
El escrito finaliza apelando al conjunto de la militancia de IU para que no acepte esta situación «con indiferencia o resignación».
Izquierda Abierta ve «trampas»
Por su parte, Izquierda Abierta, el partido integrado en IU del que son coportavoces Gaspar Llamazares y Montserrat Muñoz, ha acusado a la dirección que encabeza Alberto Garzón, de haber hecho «trampas» al aprobar, sin someterlo a los órganos de dirección, el registro como partido de Unidos Podemos, el nombre de la coalición con la que concurrieron a las últimas generales Podemos y sus confluencias, IU y Equo. Según Izquierda Abierta, esto puede ser la antesala de «la disolución» de IU en un partido político.
«Izquierda Abierta no puede más que lamentar y denunciar el procedimiento opaco de la operación», subraya en una nota de prensa en la que hace hincapié en que el registro de la marca se ha hecho «sin luz ni taquígrafos» y repitiendo «las formas erróneas» que, a su juicio, han reinado en todo el proceso de confluencia «marcadamente artificial» entre IU y Podemos.
El partido de Llamazares sospecha que esto puede desembocar «en la disolución de la coalición en un partido» y deja claro que no puede «compartir ni los métodos, ni el objetivo cuando este es liquidar el espacio de una izquierda amable, seria, amplia, diversa, plural y que no se va a ver representada por una opción que camina claramente a la disolución».
Además, tilda de «vagas y tramposas» las explicaciones dadas por las direcciones tanto de IU como del partido morado sobre el registro de Unidos Podemos, que se produjo el pasado mes de septiembre pero no se conoció hasta este jueves.
Con esta denuncia, Izquierda Abierta reitera que «no se aferra a una marca» y que su crítica «se dirige a las formas»: «¿Cómo se pretende avanzar en la construcción de un espacio unitario e integrador cuando se actúa a golpe de hecho consumado?», se preguntan.
Desde su punto de vista, constituirse en partido «inhabilita a los partidos constituyentes» y es un paso que habría merecido «cuando menos, un debate amplio y serio y la toma de una decisión colectiva».
«La nueva política no es tal si actúa con procedimientos poco democráticos y alejados de auténticos debates», sentencian.
«Nos preocupa y mucho el futuro de la izquierda, que no se puede basar en acciones de parte ni hojas de ruta preconfiguradas entre cúpulas», señala el partido de Llamazares.